Génesis

  Éxodo

  Levítico

  Números

  Deuteronomio

  Josué

  Jueces

  I Samuel

  II Samuel

  I Reyes

  II Reyes

  Isaías

  Jeremías

  Ezequiel

  Oseas

  Joel

  Amós

  Abdías

  Jonás

  Miqueas

  Nahúm

  Habacuc

  Sofonías

  Hageo

  Zacarías

  Malaquías

  Salmos

  Proverbios

  Job

  Cantos de Salomón

  Rut

  Lamentaciones

  Eclesiastés

  Ester

  Daniel

  Esdras

  Nehemías

  I Crónicas

  II Crónicas

Volver a I Tesalonicenses


I Tesalonicenses 2

1. Porque ustedes mismos, hermanos, saben que la visita que tuvimos con ustedes no fue sin efecto.

2. Pero antes de que fueramos, habíamos sufrido y habíamos sido insultados en Filipos, incluso como ustedes saben; pero fuimos valientes en nuestro Dios para hablar el evangelio a ustedes, incluso en mucho conflicto.

3. Porque nuestra exhortación no provino de error, ni de impureza, ni con engaño;

4. Sino incluso como nosotros fuimos aprobados por Dios para ser confiados con el evangelio, hablamos de esta manera: como aquellos quienes agradan no a hombres, sino a Dios, Quien prueba nuestros corazones.

5. Porque tampoco en ningún momento usamos palabras halagadoras con ustedes, incluso como ustedes saben, ni una encubierta para codicia—Dios es nuestro testigo;

6. Tampoco estuvimos buscando gloria de los hombres, ni de ustedes ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo teníamos el poder para ser una carga;

7. Sino fuimos amables entre ustedes, como una madre lactante cuida a sus propios hijos.

8. Añorándolos en la misma manera, estuvimos dispuestos a impartirles no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, porque ustedes eran amados para nosotros.

9. Porque ustedes recuerdan, hermanos, nuestra labor y nuestro esfuerzo; pues estuvimos trabajando noche y día para no ser una carga para nadie entre ustedes, mientras proclamamos el evangelio de Dios.

10. Ustedes son testigos, y también Dios, de cuán sagradamente y rectamente e inocentemente nos condujimos nosotros mismos con ustedes quienes creen;

11. Incluso como saben cómo estuvimos exhortando y consolando a cada uno de ustedes, como un padre hace con sus propios hijos,

12. Y testificando formalmente, que ustedes puedan caminar dignamente de Dios, Quien está llamándolos a Su propio reino y gloria.

13. A causa de esto, damos gracias a Dios sin cesar: que cuando ustedes recibieron la Palabra de Dios, la cual oyeron de nosotros, no la aceptaron como la palabra de hombres, sino incluso como es en verdad—la Palabra de Dios, la cual también está obrando en ustedes quienes creen.

14. Porque, hermanos, ustedes llegaron a ser imitadores de las iglesias de Dios en Judea las cuales están en Cristo Jesús; porque ustedes sufrieron también las mismas cosas de sus compatriotas como ellos también sufrieron de los judíos;

15. Quienes mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y los expulsaron, y no agradan a Dios, y son contrarios a todos los hombres,

16. Prohibiéndonos hablar a los gentiles para que ellos pudieran ser salvos para colmar siempre sus pecados. Pero la ira ha venido sobre ellos hasta lo más lejano.

17. Ahora nosotros, hermanos, habiendo sido separados de ustedes por un corto tiempo, pero no en corazón, estamos haciendo todo esfuerzo para verlos de nuevo, con mucho deseo.

18. Por esta razón buscamos ir a ustedes, incluso yo, Pablo, una y dos veces; pero Satanás nos lo impidió.

19. Porque, ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de regocijo? ¿No es incluso que ustedes estén en la presencia de nuestro Señor Jesucristo a Su venida?

20. Porque ustedes son nuestra gloria y nuestra alegría.

 

Volver a I Tesalonicenses
  Mateo

  Marcos

  Lucas

  Juan

  Hechos

  Santiago

  I Pedro

  II Pedro

  I Juan

  II Juan

  III Juan

  Judas

  Romanos

  I Corintios

  II Corintios

  Gálatas

  Efesios

  Filipenses

  Colosenses

  I Tesalonicenses

  II Tesalonicenses

  Hebreos

  I Timoteo

  II Timoteo

  Tito

  Filemón

  Apocalipsis

© 2023 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados