Génesis

  Éxodo

  Levítico

  Números

  Deuteronomio

  Josué

  Jueces

  I Samuel

  II Samuel

  I Reyes

  II Reyes

  Isaías

  Jeremías

  Ezequiel

  Oseas

  Joel

  Amós

  Abdías

  Jonás

  Miqueas

  Nahúm

  Habacuc

  Sofonías

  Hageo

  Zacarías

  Malaquías

  Salmos

  Proverbios

  Job

  Cantos de Salomón

  Rut

  Lamentaciones

  Eclesiastés

  Ester

  Daniel

  Esdras

  Nehemías

  I Crónicas

  II Crónicas

Volver a Isaías


Isaías 32

1. He aquí, un rey reinará en justicia, y gobernadores reinarán en justicia.

2. Y un hombre será como lugar de escondite del viento, y un refugio de la tormenta tempestuosa, como corrientes de agua en un lugar seco, como la sombra de una gran roca en una tierra cansada.

3. Y los ojos de aquellos quienes ven no se serán turbios, y los oídos de aquellos quienes oyen escucharán.

4. Y el corazón de los impulsivos entenderá conocimiento, y la lengua de aquellos que tartamudean estará lista para hablar claramente.

5. El vil no será más llamado liberal, ni el avaro dicho ser bondadoso.

6. Porque el vil hablará idioteces, y su corazón obrará iniquidad, para practicar hipocresía y para hablar error contra el SEÑOR, para hacer el alma del hambriento vacía, y quitará la bebida del sediento.

7. También las armas del vil son malignas; piensa caminos malvados para destruir al pobre con palabras mentirosas, incluso cuando el necesitado habla bien.

8. Pero el liberal piensa cosas liberales; y por cosas liberales se parará.

9. Levántense, ustedes mujeres que están relajadas; oigan mi voz, hijas descuidadas; escuchen mi discurso.

10. Después de un año y algunos días estarán turbadas, mujeres complacientes; porque la cosecha fallará, la recolección vendrá como nada en absoluto.

11. Tiemblen, ustedes mujeres que están relajadas; sean turbadas, ustedes descuidadas; desvístanse y desnúdense, y aten cilicio sobre sus lomos.

12. Se golpearán en sus pechos, por los campos placenteros, por la vid fructífera,

13. Porque sobre la tierra de mi pueblo subirán espinas y cardos; sí, incluso sobre todas las casas de gozo en la ciudad gozosa.

14. Porque el palacio será abandonado, la multitud de la ciudad será olvidada; en su lugar el montículo y la torre serán guaridas para siempre, un gozo de asnos salvajes, un pasto de rebaños.

15. Hasta que el Espíritu sea derramado sobre nosotros desde lo alto, y el lugar desolado llegue a ser un campo fructífero, y el campo fructífero parezca ser un bosque.

16. Entonces la justicia vivirá en el lugar desolado, y la justicia permanecerá en el campo fructífero.

17. Y el trabajo de justicia será paz; y el resultado de justicia será tranquilidad y confianza para siempre.

18. Y Mi pueblo vivirá en una casa pacífica, y en viviendas seguras y en lugares de descanso tranquilos.

19. El granizo allanará el bosque; la ciudad será arrasada hasta el suelo.

20. Benditos son ustedes quienes siembran junto a todas las aguas, quienes envían libremente las patas del buey y del asno.

 

Volver a Isaías
  Mateo

  Marcos

  Lucas

  Juan

  Hechos

  Santiago

  I Pedro

  II Pedro

  I Juan

  II Juan

  III Juan

  Judas

  Romanos

  I Corintios

  II Corintios

  Gálatas

  Efesios

  Filipenses

  Colosenses

  I Tesalonicenses

  II Tesalonicenses

  Hebreos

  I Timoteo

  II Timoteo

  Tito

  Filemón

  Apocalipsis

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados