Génesis

  Éxodo

  Levítico

  Números

  Deuteronomio

  Josué

  Jueces

  I Samuel

  II Samuel

  I Reyes

  II Reyes

  Isaías

  Jeremías

  Ezequiel

  Oseas

  Joel

  Amós

  Abdías

  Jonás

  Miqueas

  Nahúm

  Habacuc

  Sofonías

  Hageo

  Zacarías

  Malaquías

  Salmos

  Proverbios

  Job

  Cantos de Salomón

  Rut

  Lamentaciones

  Eclesiastés

  Ester

  Daniel

  Esdras

  Nehemías

  I Crónicas

  II Crónicas

Volver a Romanos


Romanos 5

1. Por tanto, habiendo sido justificados por fe, tenemos paz con Dios a través de nuestro Señor Jesucristo.

2. A través de Quien también tenemos acceso por fe a esta gracia en la cual permanecemos, y nos jactamos en la esperanza de la gloria de Dios.

3. Y no solo esto, sino también nos jactamos en las tribulaciones, dándonos cuenta que la tribulación da a luz resistencia,

4. Y la resistencia da a luz carácter, y el carácter da a luz esperanza.

5. Y la esperanza de Dios nunca nos avergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones a través del Espíritu Santo, el cual nos ha sido dado.

6. Porque aun cuando estábamos sin fuerza, en el tiempo señalado Cristo murió por los impíos.

7. Porque raramente alguien morirá por un hombre justo, aunque de pronto alguien pueda tener el coraje incluso de morir por un buen hombre.

8. Pero Dios nos encomienda Su propio amor porque, cuando éramos aun pecadores, Cristo murió por nosotros.

9. Mucho más, por tanto, habiendo sido ahora justificados por Su sangre, seremos salvos de la ira a través de Él.

10. Porque si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios a través de la muerte de Su propio Hijo, mucho más entonces, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por Su vida.

11. Y no solo esto, sino también nos jactamos en Dios a través de nuestro Señor Jesucristo, por Quien hemos recibido ahora la reconciliación.

12. Por tanto, como por un hombre el pecado entró al mundo, y por medio del pecado vino la muerte; y en esta forma, la muerte pasó a toda la humanidad; es por esta razón que todos han pecado.

13. (Porque antes de la ley, el pecado estaba en el mundo. Sin embargo, el pecado no es imputado (1) cuando no existe ley;

14. Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre aquellos que no habían pecado en la semejanza de la trasgresión de Adán, quien fue un tipo de aquel Quien debía venir.

15. Pero ¿no debería el regalo gratuito ser incluso como lo fue la ofensa? Porque si por la transgresión de aquel hombre muchos murieron, ¿cuánto más abundó a muchos la gracia de Dios, y el regalo de gracia, el cual es por aquel hombre, Jesucristo?

16. Y ¿no debería el regalo gratuito ser como ese que vino por aquel que había pecado? Porque por un lado, juicio fue por uno hacia condenación; pero por otro lado, el regalo gratuito es por Uno para la justificación de muchas ofensas.

17. Porque si por la ofensa de aquel hombre muerte reinó por aquel, ¿cuánto más aquellos que reciben la abundancia de gracia y el regalo de justicia reinarán en vida por aquel, Jesucristo.)

18. Así entonces, incluso como por aquella trasgresión condenación vino a todos los hombres, en la misma manera también, por aquel acto de justicia justificación de vida vendrá a todos los hombres.

19. Porque incluso como por la desobediencia de aquel hombre muchos fueron hechos pecadores, en la misma manera también, por la obediencia de aquel Hombre muchos serán hechos justos.

20. Más aún, la ley entró, para que la transgresión pudiera abundar; pero donde el pecado abundó, la gracia de Dios sobreabundó;

21. Para que incluso como el pecado ha reinado hacia muerte, así también pudiera la gracia de Dios reinar mediante justicia hacia vida eterna a través de Jesucristo nuestro Señor.

 

(1) Tambien significa “no es contado.”

 

Volver a Romanos
  Mateo

  Marcos

  Lucas

  Juan

  Hechos

  Santiago

  I Pedro

  II Pedro

  I Juan

  II Juan

  III Juan

  Judas

  Romanos

  I Corintios

  II Corintios

  Gálatas

  Efesios

  Filipenses

  Colosenses

  I Tesalonicenses

  II Tesalonicenses

  Hebreos

  I Timoteo

  II Timoteo

  Tito

  Filemón

  Apocalipsis

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados