Génesis

  Éxodo

  Levítico

  Números

  Deuteronomio

  Josué

  Jueces

  I Samuel

  II Samuel

  I Reyes

  II Reyes

  Isaías

  Jeremías

  Ezequiel

  Oseas

  Joel

  Amós

  Abdías

  Jonás

  Miqueas

  Nahúm

  Habacuc

  Sofonías

  Hageo

  Zacarías

  Malaquías

  Salmos

  Proverbios

  Job

  Cantos de Salomón

  Rut

  Lamentaciones

  Eclesiastés

  Ester

  Daniel

  Esdras

  Nehemías

  I Crónicas

  II Crónicas

Volver a II Corintios


II Corintios 6

1. Nosotros entonces, trabajando junto con Él, estamos también exhortándolos a no recibir la gracia de Dios en vano.

2. (Porque Él dice, “En un tiempo aceptable te he oído, y en un día de salvación te he ayudado.” He aquí, ahora es un tiempo aceptable. He aquí, ahora es un día de salvación.)

3. Nosotros no damos ofensa a nadie en nada, para que el ministerio no pueda ser culpado;

4. Sino que en todo estamos confirmándonos nosotros mismos como siervos de Dios, en mucha resistencia, en tribulación, en necesidades, en angustias,

5. En azotes, en encarcelamientos, en tumultos, en trabajos, en vigilias, en ayunos,

6. En pureza, en conocimiento, en paciencia, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero,

7. En la Palabra de verdad, en el poder de Dios; a través de la armadura de justicia en la mano derecha y en la izquierda,

8. A través de gloria y deshonra, a través de reporte malo y reporte bueno, como engañadores y verdaderos,

9. Como desconocidos y bien conocidos; como muriendo, pero he aquí, estamos vivos; como castigados, pero no condenados a muerte;

10. Como tristes, pero siempre regocijándonos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aun así poseyendo todas las cosas.

11. ¡Oh ustedes Corintios! Nuestras bocas han sido abiertas a ustedes, y nuestros corazones han sido ampliados hacia ustedes.

12. Ustedes no están reprimidos por nosotros, sino que están restringidos en sus propios corazones;

13. Ahora, en retorno por nuestro ministerio a ustedes (estoy hablándoles como a niños), deberían también ampliar sus corazones hacia nosotros.

14. No se unan desigualmente con incrédulos. Porque ¿qué tienen en común la justicia y la ilegalidad? Y ¿qué compañerismo tiene la luz con la oscuridad?

15. Y ¿qué unión tiene Cristo con Belial? O ¿qué parte tiene un creyente con un incrédulo?

16. Y ¿qué acuerdo hay entre un templo de Dios y los ídolos? Porque ustedes son un  templo del Dios vivo, exactamente como dijo Dios: “Viviré en ellos y caminaré en ellos; y seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo.

17. Por tanto, salgan de en medio de ellos y sepárense,” dice el Señor, “y no toquen lo impuro, y Yo los recibiré;

18. Y seré un Padre para ustedes, y ustedes serán Mis hijos e hijas,” dice el Señor Todopoderoso.

 

Volver a II Corintios
  Mateo

  Marcos

  Lucas

  Juan

  Hechos

  Santiago

  I Pedro

  II Pedro

  I Juan

  II Juan

  III Juan

  Judas

  Romanos

  I Corintios

  II Corintios

  Gálatas

  Efesios

  Filipenses

  Colosenses

  I Tesalonicenses

  II Tesalonicenses

  Hebreos

  I Timoteo

  II Timoteo

  Tito

  Filemón

  Apocalipsis

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados