Cuatro
condiciones que usted debe cumplir
Michael Heiss – Enero 7, 2022
www.laVerdaddeDios.org
Esta noche vamos a dar un vistazo
a lo que yo llamo las cuatro condiciones que debemos cumplir para ganar la entrada
al Reino de Dios. Así que voy a enumerarlas desde el principio y vamos a mirar
cada una.
La primera condición es de suma
importancia. La primera condición es conocimiento o saber. La segunda es
creencia. La tercera es fe y luego la cuarta son buenas obras. Las cuatro son
continuas. Una sigue a la otra y si una de ellas falta las otras tres no
contarán de mucho.
La primera como dije es la más
importante, el conocimiento. Ahora, ¿a qué me refiero con conocimiento? No
necesariamente lo que usted podría pensar porque conocimiento en español
significa que yo sé algo, sé un hecho. Por ejemplo, sé cuántos libros tengo en
mi biblioteca, sé las letras del abecedario, etc. Pero en el hebreo Bíblico es
diferente, es mucho más profundo.
Quiero leer un párrafo de un
trabajo que describe en el hebreo Bíblico la palabra “saber.” Dice:
“En las escrituras hebreas,
“saber” significa no solo estar intelectualmente informado sino experimentar la
realidad. El conocimiento no es la posesión de información…
Eso es importante. El
conocimiento no es la posesión de información, como nosotros generalmente
pensamos. Es mucho, mucho más que eso.
...es una experiencia. Conocer a
Dios en la Biblia no es saber de Él en alguna manera abstracta e impersonal. Ni
captar filosóficamente Su existencia eterna sino reconocer y experimentar Su
realidad y obedecer Su voluntad.”
A menudo hemos leído y Fred ha
señalado muchas veces sobre “obedecer Mi voz,” obedeciendo la voz de Dios. Pero
vamos a ver “obedecer” y “conocer.” En el hebreo es más profundo. Realmente no
hay mucho en el hebreo para la palabra “obedecer” porque significa escuchar.
Pero en el hebreo “escuchar” significa “escuchar y actuar sobre lo que
escucha.”
Entonces cuando Dios dice
obedezcan Mi voz es ‘shama’, es decir “escuchar, prestar atención y hacer.”
Ahora en cuanto a “conocimiento” es lo mismo y nos lleva a una mejor
comprensión por ejemplo del “conocimiento” del bien y del mal.
Vamos a Génesis, al principio.
Génesis capítulo 2:17. Dios está instruyendo a Adán y Él dijo: “Pero no comerás del árbol del conocimiento del bien y el mal,
porque en el día que comas de el, al morir ciertamente morirás.”” Ahora
pase al capítulo 3:1. “Ahora, la serpiente era más
astuta que cualquier criatura del campo la cual el SEÑOR Dios había hecho.”
Pero estamos buscando donde la
serpiente dijo ““¿Es verdad que Dios ha dicho,
‘No comerán de ningún árbol del jardín?’ ” Y la mujer dijo a la serpiente,
“Podemos comer libremente del fruto de los árboles del jardín, pero del fruto
del árbol el cual está en medio del jardín, Dios ciertamente ha dicho,
‘No comerán de el, ni lo tocarán, no sea que mueran.’ ””
Entonces la serpiente dice que
eso no es verdad. Verso 5: “Porque Dios sabe...”
Y mire el verso 6: “Y cuando la mujer vio que el árbol
era bueno para comida, y que era placentero a los ojos, y un árbol para
ser deseado para hacerlo a uno sabio, tomó de su fruto y comió. También le
dio a su esposo con ella, y él comió.”
Y ahora, la clave en el versículo
22 donde Dios dice: “Y el SEÑOR Dios dijo, “He aquí,
el hombre ha llegado a ser como uno de Nosotros, para decidir [o saber] bien y mal;...”
Entonces, ¿qué nos está diciendo esto? Adán y Eva experimentaron el mal.
“Saber,” y recuerde lo que acabamos de leer, “saber” es más que saber
académicamente, significa sentirlo, creerlo, decidir por uno mismo lo que es
bueno y lo que es malo.
Usando otra fuente:
“Adán y Eva eligieron por si
mismos lo que es bueno y malo”
Como ve, ellos no conocían a
Dios. Dios estaba allí, Él les enseñó, ¿cierto? Estamos seguros de que lo hizo.
Pero en realidad ellos no lo conocieron. Si Eva hubiera conocido a Dios ella
nunca hubiera caído con la suave y astuta aproximación de la serpiente.
Ella no le creía a Dios. ¿Ve la
continuidad? Saber, creer, tener fe y hacer. Ella realmente no le creyó a Dios
cuando Él dijo “No coman de esa fruto.” Así que tiene que conocer a Dios. Esto
se muestra también cuando dice que “un hombre conoce a su esposa.” Se usa esa
expresión aquí cuando dice “Adán conoció a su esposa y ella concibió.” En otras
partes de la Biblia dice que “un hombre “conoce” a su esposa.” ¿Por qué usar la
palabra “conocer”?
Sabemos lo que significa pero
¿por qué usar esa palabra? ¿No podía Dios haber usado una palabra diferente?
¿Una palabra que realmente dijera lo que pasó? Por supuesto que Él podría
haberlo hecho, pero ese no es el punto.
“Conocer“ es conocer
profundamente. Tener una profunda experiencia. ¿Y cuál es la más cercana
expresión de cariño que un hombre y una mujer pueden tener? El acto sexual. Así
que cuando Dios dice que la conoció, él se acercó lo más posible a ella. La
expresión más cercana de cariño. Entonces esto es lo que tenemos para la
palabra “conocer.”
Ahora, permítanme retroceder un
minuto. Me olvidé mencionar algo. Abraham Lincoln en su segunda inauguración
dio uno de los mejores discursos políticos jamás pronunciados y espero que
todos tengan la oportunidad de leerlo si aún no lo ha hecho. En el párrafo
final hay una frase que se destaca en mi mente y nunca tengo que revisarla,
simplemente la sé. Esto fue lo que dijo: “Con firmeza en lo recto, como Dios
nos da a ver lo recto.” Entonces, ¿qué estaba diciendo? Dios es la fuente de lo
que es recto y lo que está mal. Él y sólo Él puede decirnos lo que está bien y
lo que está mal.
Adán y Eva no dependieron de Dios
como fuente de lo que está bien y lo que estaba mal. Fueron a una fuente
externa y como resultado de eso, ellos realmente no conocieron a Dios.
Ahora vayamos a “creer” y “fe.”
Así que vamos a la definición Bíblica de la fe. Hemos estado allí, de hecho
hace dos semanas tuvimos un mensaje sobre la fe y lo aprecié mucho. Así que
vamos a Hebreos. Hemos estado allí muchas veces antes en el libro de Hebreos en
lo que incluso llamamos el capítulo de la fe.
Hebreos 11:1: “Ahora, fe es la sustancia de cosas esperadas, y
la convicción de cosas no vistas.” Entonces obviamente significa que
no lo tiene aún, espera conseguirlo, cree que lo va a conseguir y va a
conseguirlo. Eso es fe.
Pero para mí, en mi mente simple, sentía que
necesitaba, por decirlo así, una definición más concisa de fe. Esta es
perfectamente bien, está en la Palabra de Dios y por tanto sabe que es buena.
Entonces se me ocurrió una definición y tal vez también le ayudará: Fe es una
creencia tan fuerte que conduce a acción. Puede llamarlo buenas obras.
Déjeme darle un ejemplo muy
simple y muy divertido. Tiene que ver con el fútbol americano. Fui a la
Universidad de Drake y estaba caminando por el campo de fútbol. Había un
entrenador y él estaba mostrando una nueva jugada a sus jugadores y explicando cómo
funcionaba. Y lo recuerdo diciendo algo como esto: “Ustedes tienen que creer en
esto, tienen que tener fe en esto, creer que funcionará.” ¡Eso es cierto!
Esta es la creencia que lleva a
la acción, pero no solo es creer. Vamos a Romanos 4. Usted tan solo no debe
creer que Dios existe sino tiene que creerle a Dios. Romanos 4:3 “Porque ¿qué dice la Escritura? “Y Abraham le creyó a
Dios, y le fue imputado por justicia.”” Así que aquí tenemos que creerle
a Dios, pero no puede creerle a Dios a menos que realmente lo conozca.
Entonces, le creemos a Él y ¿qué
pasa con la fe? Estamos tratando de poner todo esto junto: conocer, creer, fe,
buenas obras. Vayamos a Efesios 2. Hemos leído esto muchas veces. Verso 8: “Porque por gracia han sido salvos a través de fe, y esta no
es de ustedes mismos; es el regalo de Dios, no de obras,...”
Verso 10: “Porque somos Su hechura, siendo creados en Cristo Jesús
hacia las buenas obras que Dios ordenó...” Esto es lo mismo que
dice en Santiago 2 cuando dice: “Usted tienen obras, yo tengo obras. Muéstreme
sus obras sin mostrarme su fe y yo le mostrare mi fe por mis obras.” Él también
dijo “Usted cree en Dios, eso está bien, los demonios también creen y
tiemblan.” Pero hay una cosa que los demonios no hacen, ellos no obedecen la
voluntad de Dios, ¿cierto? Porque hay que conocer de verdad a Dios y
experimentarlo para hacer eso.
Ahora miremos lo que considero
que es un ejemplo verdaderamente clásico de la fe. Todos hemos leído esto no sé
cuántas veces, pero demos un vistazo más de cerca. David contra Goliat. I
Samuel capítulo 17. Conocemos la historia. Anualmente los filisteos se reunían
y los israelitas se reunían, cada uno por un lado y había un valle en el medio.
Tan solo estoy dando el contexto y luego vamos a leer específicamente.
Aquí vino este corpulento hombre,
Goliat, quien paseaba arriba y abajo desafiando a los israelitas diciendo: “Soy
un hombre, soy un filisteo. Escojan un hombre para pelear conmigo. Si peleo con
él y lo mató ustedes son nuestros esclavos. Si pelea conmigo y me mata somos
sus esclavos.” Pero nadie en Israel se atrevía a ir contra este gigante.
Mientras esto estaba pasando, Jesse el padre de David, le pidió que llevara
comida a sus hermanos y mirara como estaban las cosas.
David fue allí y vio a este
filisteo y vio lo que estaba haciendo el filisteo Verso 10: “Y el filisteo dijo, “Desafío a los ejércitos de Israel este
día....” No, no, usted no puede decir que desafía a los ejércitos del
Dios viviente. Dios no va a dejar pasar eso, y David fue el instrumento. Pero
veamos lo que dijo David cuando fue llevado ante Saúl.
I Samuel 17:31: “Y las palabras las cuales David habló fueron oídas. Y les
fueron dichas a Saúl. Y él envió por él. Y David le dijo a Saúl, “Que ningún
corazón de hombre desfallezca a causa de él. Tu siervo irá y peleará con este
filisteo.” Y Saúl le dijo a David,...” Mira David tú eres un joven y este tipo ha sido un guerrero desde
su juventud, no tienes la más mínima oportunidad de vencer a este individuo.
Mire lo que dijo David. Verso 34:
“Y David
le dijo a Saúl, “Tu siervo guardaba las ovejas de su padre, y allí
llegaron un león y un oso, y tomaron un cordero del rebaño.” Permítanme expresar un poco de
análisis político aquí. Habla de un león y un oso. Vaya hoy al medio oriente y
no hay leones ni hay osos. Hemos tenido cambio climático obviamente no fue
causado por el carbono de combustibles, simplemente tenemos cambio climático.
Recuerde que Sansón mató a un león con sus manos. Recuerde al varón de Dios que
fue enviado a advertir a Jeroboam y fue desviado. Dios le dijo que fuera y
regresara inmediatamente, pero no lo hizo. El viejo falso profeta lo desvió y
lo mataron los leones. Y cuando rufianes fueron a molestar a Elías, ¿qué les
pasó? Una osa salió. Entonces cambio en el clima ha sucedió y no solo por
combustibles de carbono.
Pero David dice. Verso 34: “…y tomaron un cordero
del rebaño. Y salí tras el y lo golpeé, y libré al cordero de su boca. Y
cuando se levantó contra mí, lo atrapé por la barba, y lo golpeé y maté.
Tu siervo mató ambos el león y el oso. Y este filisteo incircunciso será como
uno de ellos, dado que él ha desafiado los ejércitos del Dios vivo.”” David sabía eso. David conocía
a Dios y sabía que Dios no aguantaría, y que si alguien iba en contra de Goliat,
Dios estaría con él.
David dijo, verso 37: “Y David dijo, “El
SEÑOR quien me ha librado de la garra del león y de la garra del oso, Él me
librará de la mano del filisteo.”...”
Y hubo algo de convicción en la voz de David que conmovió a Saúl porque note
que Saúl no estaba afanado en ir y luchar contra él.
Verso 39: “ Y David ciñó su espada....” La espada dada por Saúl
puesta sobre la armadura pero no lo había probado y realmente no podía moverse,
así que la dejó a un lado. Verso 40: “ Y él tomó su vara en su mano, y escogió cinco piedras lisas...” Después de todo él no pensaba que fuera
a ser con un solo tiro, tal vez dos o tres. David fue ingenioso y las puso en la vasija del
pastor y sale al encuentro del filisteo y el filisteo vino.
Verso 41: “Y el filisteo vino y
se acercó a David. Y el hombre que cargaba el escudo estaba delante de
él. Y el filisteo observó y vio a David, y lo desprecio,...” Verso 43: “Y el filisteo le dijo
a David, “¿Soy yo un perro que tú vienes a mi con palos?” Y el filisteo
maldijo a David por sus dioses.”
La arrogancia. Verso 44: “Y el filisteo le dijo a David, “Ven a mí, y yo daré tu carne a las
aves del aire y a las bestias del campo.” Y David le dijo al filisteo, “Tú
vienes a mi con una espada y con una lanza y con una jabalina. Pero yo vengo a
ti en el nombre del SEÑOR de ejércitos, el Dios de los ejércitos de Israel, a
quien tú has desafiado.”
Note estas palabras de David.
Verso 46: “El SEÑOR te entregará en mi mano hoy, y yo te golpearé y tomaré tu
cabeza de ti y daré los cuerpos del ejercito de los filisteos a las aves del
aire hoy, y a las bestias salvajes del campo, de modo que toda la tierra pueda
saber que hay un Dios en Israel.”
David le estaba dando todo el crédito a Dios, todo, nada para sí mismo porque
él le creía a Dios, conocía a Dios. Él tuvo fe para salir y tomar su honda.
Verso 48: “Y sucedió cuando el
filisteo se levantó y fue y se acercó a encontrar a David, David se apuró y
corrió hacia las filas para encontrar al filisteo. Y David puso su mano en su
bolsa y tomó una piedra de allí, la lanzó y golpeó al filisteo en su
frente, de modo que la piedra se hundió en su frente….” Y ese fue el fin de Goliat. David era un buen
tirador con una honda. En el béisbol pueden tirar algunos de ellos una bola
rápida a 160 kilómetros por hora. Eso puede matar. Pero David con su honda
podía lanzar la piedra más rápido de 160 kilómetros por hora pero tiene que dar
en el lugar correcto.
Dios estaba allí. Él era su
sistema de guía. David hizo todo lo que sabía hacer y se dio la vuelta y la
dejó volar y Dios se aseguró de que saliera bien y llegara a donde se supone
que tiene que ir. Dios fue quien lo entregó.
Ahora después de explicar esto,
leer esto, vengo con algo de tristeza, tristeza por mi mientras miro hacia
atrás a no todos pero a muchos de los amigos que conocí en la universidad.
Muchos de los que he conocido ya no están con nosotros. ¿Por qué? ¿Qué pasó?
Tuve muchos de ellos. Uno de mis
amigos en la universidad con quien ayunaba, tuvimos un pacto de ayuno, un día a
la semana ayunábamos y la siguiente semana ayunábamos dos días seguidos. Él se
graduó y llegó a ser ministro en la Universal. Pero él se derrumbó,
desapareció, como si se lo llevara el viento. ¿Qué sucedió?
Otro individuo, y como sabe a
todos les gusta tener un mejor amigo. Cuando madura debe tener un mejor amigo,
alguien en quien puede confiar, alguien con quien puede bromear. Bien, yo tuve
uno en la universidad Ambassador. Durante 4 años andábamos juntos y hacíamos
cosas, es lo más cercano que tuve a un mejor amigo. De hecho él se casó con una
de las chicas con las que yo solía salir. ¿Dónde está ahora? Se graduó, fue
ordenado y estuvo predicando. Hoy día, él está en algún lugar de Texas,
sirviendo en una pequeña iglesia Bautista. ¿Qué pasó? Dejó el Sábado, dejó los
días santos. Se fue.
Otro amigo mío que no había visto
desde finales de los 70. Me enteré de que vendría aquí hace un año durante la
Fiesta. Le dije, veámonos para hablar, de lo que ha pasado y lo que está
pasando. Él y su esposa vinieron y estuvimos hablando y me decía cuan feliz
estaba, él y su esposa en esta maravillosa iglesia luterana. No tengo nada en
contra de los luteranos, bautistas o presbiterianos u otros protestantes. Dios
los ama a todos.
¿Qué le pasó a él? Lo mismo que
les pasó a los otros y vamos a ver eso. También hubo un empleado que conocí
cuando fui sacado de la universidad. Él es quien me dio mi cheque de
indemnización, así que tengo buenos recuerdos de él. Él era un graduado de la
Escuela Imperial y se graduó de la Universidad Ambassador y me dio mi cheque.
Pero antes que yo pudiera salir por la puerta, él la cerró y dijo: “Por favor
siéntese. Mire, usted sabe más que yo, por favor explíqueme a partir de la
Biblia cómo sé que debo guardar el Sábado.”
Él era un graduado quien pasó por
la Escuela Imperial y por 4 años en la Universidad Ambassador y no sabía por
qué debería guardar el Sábado o no podía probar que debía guardar el Sábado.
Eso trajo a la mente cuando en más de una ocasión, cuando me sentaba y casi
temblaba porque Herbert Armstrong como pastor general con fuerte voz decía: “No
creo que ni la mitad de ustedes entiendan esto en verdad, tal vez ni la mitad
de ustedes, creo que ni siquiera muchos de los ministros lo entiendan.” Y yo
temblaba diciendo, no puede eso ser cierto, está exagerando el señor Armstrong.
No, no lo estaba. Él entendía eso.
La razón por la que todos se
fueron de esa manera finalmente la entendí. Ellos no conocían a Dios. Oyeron
hablar de Él. Aquí tengo una foto de mi clase de graduación de 1964. La había
perdido pero mi buen amigo y compañero de clase Brent me la dio. Estoy
absolutamente agradecido. Aquí hay 29 hombres y 11 mujeres y la mayoría de
estos hombres, casi todos ellos, se han ido.
El presidente de la clase
estudiantil, el presidente de la clase senior, los otros dos que organizaban muchas
de las actividades y demás, dirigían clubes, dirigían esto y lo otro, todos
ministros ordenados, ancianos predicadores, pastores, se revelaron, se fueron
al fondo. ¿Por qué? No conocían a Dios.
Vieron problemas en la iglesia,
yo también. Vieron corrupción, yo también. Pero ellos no conocían a Dios. Ellos
cometieron el error que cometieron los israelitas cuando los hijos de Samuel no
estaban haciendo lo que se suponía que debían hacer o en algunos casos hicieron
cosas que no debían estar haciendo. Y así fueron a Samuel y le dijeron: “Samuel
eres viejo y tus hijos no siguen tu dirección. Danos un rey. A Samuel eso no le
gustó, fue ofendido, habló con Dios al respecto, y ¿recuerda lo que Dios le dijo?
Samuel, no te han rechazado a ti, me han rechazado a Mí, que no deba gobernar
sobre ellos.
Al igual que todos estos hombres
que se fueron, ellos rechazaron a Dios porque no lo conocían en verdad.
Recuerdo algo que no lo entendí en ese entonces. Seré muy, muy franco recuerdo
haber hablado con ellos, riéndonos, bromeando, pues eran mis compañeros de
clase. Pero al ver atrás me doy cuenta ahora que cuando hablábamos de
diferentes temas, Dios no era uno de ellos, la necesidad de servir a Dios en
realidad nunca surgió. Pero les diré de un hombre en particular en quien surgió
la necesidad de servir a Dios, su nombre: Fred Coulter. Lo recuerdo bien. Él
siempre iba a servir a la gente, él obedecía a Dios lo mejor que el supiera
como y todavía lo está haciendo como todos sabemos.
Ahora, estos hombres de la foto
se fueron al fondo, no tenían el consejo que yo recibí hace mucho tiempo y que
les daré ahora, el mismo consejo que me dieron. Y este vino de un sacerdote
griego ortodoxo. Yo tenía 18 años y había entendido que Jesús era el Cristo y
por supuesto tenía un buen amigo griego llamado Peter Patramianos y él me llevó
a la iglesia de Platón porque yo estaba en Oak Park Illinois y Chicago estaba
justo al lado. Chicago era la casa de la iglesia de Platón, la cual es la
congregación ortodoxa griega más grande de este lado de Atenas.
Así que él me llevó allí y me
presentó al sacerdote. Yo tenía 18 años al igual que mi amigo y éramos
estudiantes de último año de la escuela secundaria. El sacerdote se me acercó
con una sonrisa de oreja a oreja diciendo: “Oh, este buen chico judío viene a
Cristo.” Y luego procedió a darme un consejo muy simple que nunca he olvidado.
Viendo ahora lo que ha pasado sé por qué me lo dio, probablemente él no sabía
por qué lo dio, pero Dios sabía por qué lo estaba dando. Creo que Dios quería
que él lo diera.
Esto es lo que dijo: “Hagas lo
que hagas en tu vida, no mires a un hombre, no confíes en un hombre, no importa
lo bueno que parezca ser, no importa lo bien intencionado que sea, él es solo
eso, un hombre. Él te fallará. Siempre mira a Cristo, Él nunca te fallará.” Es
el mejor consejo que alguien alguna vez me ha dado, en la iglesia o fuera de la
iglesia en realidad no importa, así que ahora se los doy a ustedes. Vean a
Cristo, la Roca, tenemos que aferrarnos a la Roca.
También podemos ver lo lejos que
algunas personas pueden llegar y los nombres no son necesarios. Hoy hay algo
llamado Foro de la Universidad Ambassador. Puede que lo haya disfrutado como
yo. Personas diferentes hablando de cosas diferentes y todos son graduados del
Ambassador. De todos los 300 que están en el foro, tal vez 20% o tal vez ni
siquiera eso, mantienen algunas de las viejas creencias de la Universal. Todos
se han ido a cosas “más grandes y mejores” donde no guardan el Sábado, no
guardan los días santos y algunos de ellos son tan amargados por lo que sienten
que les pasó.
Como un hombre quien era un
predicador, sí, ordenado, un anciano predicador de la Universal. Hoy en día él
dice que no tolera que ese Dios del Antiguo Testamento es un asesino en masa. Él
lo escribió, así que no estoy diciendo nada de lo que él no haya publicado.
Del diluvio dice que fue peor que Hitler, peor que Stalin, peor que Mao
Tsetung, peor que Tamerlane quien fue el peor de los mongoles. Ellos mataron a
millones.
Otros han dicho que fuimos
engañados por Herbert Armstrong quien era un estafador. Ellos no podían ver
nada bueno. Todo lo que hicieron fue mirar al hombre, y el hombre tenía fallas
y sé que tenemos fallas, pero también sé esto: Si no fuera por su voz, yo no
estaría aquí y de hecho dudo que alguno de ustedes estuviera aquí. Sea que
escuchó su voz directamente o si otros quienes la oyeron fueron a enseñarle.
Fred ciertamente escuchó la voz
del Sr. Armstrong como yo lo hice. Entonces, de nuevo, ¿qué les pasó? Ellos no
conocieron a Dios y cuando se van y dejan los días santos detrás, dejan el
Sábado detrás, eso es lo que pasa. El Sábado, como lo entendemos, es el Reino
de Dios por la eternidad. Esto es aparte de Cristo y Él crucificado. El Sábado
es el estatuto más importante que hay. ¿Por qué? Porque todos los días santos,
las Fiestas cuelgan del Sábado.
El Sábado es el Reino de Dios,
los días santos y las Fiestas nos dicen cómo llegar allí. Oh, necesito tener
mis pecados perdonados, alguien tiene que derramar sangre para perdonar mis
pecados, eso es muy relevante. Oh, supongo que necesito deshacerme del pecado,
salir del pecado, extinguirlo. Ese es el plan de Dios. Y después de un tiempo,
hay una cosecha: Pentecostés. Después de Pentecostés viene Rosh Hashaná o Día
de Trompetas. El regreso de Cristo a esta tierra para comenzar a establecer el
Reino, pero Él no puede hacerlo mientras esté este adversario alrededor, este
asesino mentiroso llamado Satanás. Entonces Dios tiene que enviar un ángel para
encerrarlo. Entonces podemos empezar el milenio, el verdadero comienzo del
Reino de Dios en términos de masas de personas entendiendo la verdad. ¿Y qué
pasa después? El Último Gran Día. Así que toda esta gente que habla de todos
los males que se han hecho y que dicen; “A Dios simplemente no le importa
nadie. ¿Qué clase de Dios usted adora?” Han olvidado esa segunda resurrección.
Dios va a escribir todo mal que se ha cometido alguna vez, pero si usted no
conoce el día de reposo, no lo guarda, no guarda los días santos, entonces
pierde de vista.
Eso es lo que satanás siempre
hace. Él nos hace dejar el día de reposo, los días santos, perdemos de vista y
eso fue lo que ellos hicieron, no conocieron a Dios y por eso nos dejaron. Y
traté pero no comprendí esto hasta que por fin, ¿cuántos años me tomó? He leído
esto una docena de veces. Vamos a I Juan 2:18. Leamos esto detenidamente, dice:
“Hijitos, es el último tiempo; y exactamente
como han oído que el anticristo viene, incluso ahora muchos anticristos se
han levantado, por lo cual sabemos que es el último tiempo. Ellos
salieron de entre nosotros, pero no eran de nosotros porque si fueran de
nosotros, hubieran permanecido con nosotros;...”
Tal vez querían creerle a Dios
pero no lo hicieron. No lo conocieron a Él, no lo experimentaron en el sentido
de la palabra hebrea. Por lo tanto cuando llegaron los problemas y las pruebas
vinieron, ¿fue corrupción lo que ellos vieron? Todo eso pudo ser cierto, pero
no miraron a Cristo como aquel sacerdote me aconsejó. Ellos no conocieron a
Dios. Usted y yo tenemos que conocer a Dios, tenemos que experimentarlo,
tenemos que invocarlo, tenemos que aprender a pensar como Él piensa.
Una de las cosas que han sido
traídas y tiradas en mi cara, ha sido el barbarismo, los sacrificios humanos.
Dios pidiendo el sacrificio de un hijo, ¿qué clase de Dios es? Recuerda a Séfora
cuando le dijo a Moisés que era un esposo sangriento. ¿Por qué tiene que hacer
eso? ¿Por qué Dios tiene que hacer que la gente muera? ¿Por qué tenía Él que
enviar a Su Hijo? ¿No podría Él tan solo perdonar? ¿Qué clase de Dios legalista
adora usted?
Ellos no conocen a Dios, porque
como ve Dios es santo, puro, justo y no puede soportar el pecado. Como un
pequeño ejemplo, uno de mis personajes favoritos en la historia americana en el
siglo XX fue un hombre relativamente pequeño, no un gran héroe nacional sino
una persona humilde con los pies puestos en la tierra. Su nombre: Fiorello
Laguardia. Estoy seguro de que muchos de ustedes han oído hablar de él. Él fue
alcalde de Nueva York en los 30s y 40s y fue honesto.
Él no era realmente ni demócrata
ni republicano, era independiente. Los corruptos de pasillo no podían tocarlo
porque el pueblo sabía que él era fiel, sabían que era justo. Una noche él
estaba caminando por las calles de Nueva York y vio un tribunal nocturno en
sesión. Él se dijo a sí mismo que siempre había querido ir a un tribunal en sesión.
Entonces entró y había un juez dictando sus fallos y el juez lo ve y dice “Oh,
Sr. alcalde, bienvenido.” Laguardia le preguntó que si podría sentarse y solo
por esa noche sentarse en su lugar pues dijo que siempre ha querido actuar como
juez en el tribunal nocturno. El juez le dijo que estaría encantado de que
fuera y se sentara allí.
El primer caso fue de una mujer
quien robó una bolsa de pan. Los cargos fueron presentados contra ella por el
tendero. Laguardia escuchó todos los hechos y dijo que ella es culpable. Ella
era pobre, tenía solo lo suficiente para subsistir y tenía un par de hijos. Así
que ¿qué hizo? Robó una bolsa de pan, pero ella violó la ley y había que pagar
un castigo. Entonces ¿que hizo Laguardia? Se quitó el sombrero, puso unos
billetes en él y lo pasó alrededor y dijo: “todos aquellos de ustedes quienes
puedan sentir dolor por esta mujer, contribuyan,” y el sombrero hizo toda la
ronda y había más dinero en ese sombrero de lo que robó en términos de pan.
Luego le preguntó al tendero, ¿está satisfecho? Él dijo sí y se fue. Laguardia
dijo caso desestimado.
Como ve, cuando viola la ley, ya
sea ley del hombre físico o la ley de Dios tiene que haber un castigo y la paga
del pecado es muerte. Entonces espiritualmente Dios tuvo que enviar a Su Hijo
porque Él amó tanto al mundo, a usted y a mí, que Él proveyó el castigo por
nuestro crimen. Así como el alcalde Laguardia recogió el dinero para pagar la
multa de la mujer. Dios es justo, Dios no es cruel pero Él es justo y santo y
Él no puede soportar el pecado.
¿Recuerda a Asa? La historia de
Asa cuando David estaba llevando el arca a Jerusalén. Él cometió un error
fundamental ¿no es así? ¿Qué le dijo Dios que hiciera? Que los levitas con sus
barras a través de los anillos la cargaran. Ellos no hicieron eso y mientras
estaban cargándola a un carro nuevo, esta comenzó a volcarse. Asa puso su mano
para estabilizarla y Dios lo mató porque el Arca era santa y ningún hombre
debía tocarla excepto el sacerdote o los levitas. Esto nos muestra cuan santo
es Dios y nosotros tenemos que aprender a pensar cómo piensa Dios, tenemos que
ver como Dios ve, de lo contrario no vamos a poder llevar a cabo Sus
instrucciones.
Sabemos lo que nos espera. Pablo
lo dijo: “Si sufrimos con Él seremos glorificados con Él, vamos a ser
coherederos.” Sé qué es coheredero porque trato con impuestos y también con
fondos de confianza y cuando el testamento o la sucesión se refieren a un
coheredero eso significa igual y Pablo dijo que somos coherederos con Cristo lo
que significa que lo que Él herede, nosotros lo heredamos. Eso estalla su
mente. Vamos a ser iguales, no en autoridad ni rango, el Padre siempre será el
Patriarca, el Gran Patriarca y el Hijo primogénito, el Hijo unigénito será el
Rey de reyes y Señor de señores. Él estará allí como un Jefe ejecutivo, pero
todos vamos a tener la misma sustancia.
Recuerda cuando Dios le dijo a
Moisés y luego Moisés le dijo a Dios: “Muéstrame Tu gloria.” ¿Qué dijo Dios?
Moisés, no puedo, pero te diré qué hay una hendidura en una roca aquí y voy
ponerte en esta hendidura, como un área de protección y voy a pasar y puedes
ver Mi espalda pero no puedes ver mi cara y vivir, te desintegrarías.
Vamos a I Juan 3. Veamos lo que
el apóstol Juan dijo. I Juan 3:1: “¡He aquí! ¡Que glorioso
amor nos ha dado el Padre, que deberíamos ser llamados los hijos de Dios! Por
esta misma razón, el mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Amados,
ahora somos los hijos de Dios, y no ha sido revelado aun lo que seremos; pero
sabemos que cuando Él sea manifestado, seremos como Él, porque lo veremos
exactamente como Él es.” Vamos a ser capaces de verlo con nuestros ojos
por así decirlo y no nos desintegraremos, porque nuestra sustancia será la
misma como la sustancia de Dios. Tiene que ser si vamos a ser parte de Su
Familia divina y llevar a cabo Sus instrucciones en todo el universo. Es
increíble.
Pero para hacer eso, tenemos que
conocerlo, conocer Sus caminos, conocer Su mente, conocer Sus pensamientos para
que podamos hacer lo que Él nos pidió hacer y poder pensar ¿cómo el Padre haría
esto? ¿Cómo querría llevar esto Él a cabo? ‘Oh, así es como Él quiere que lo
hagamos’ y seremos capaces de hacer eso. Pero para hacer eso tenemos que
continuar, tenemos que aguantar.
Veamos lo que dijo Jesús, las
instrucciones que nos dio. Esto es lo que todos aquellos hombres que se fueron
y miembros de la iglesia que se fueron. Alguna vez tuvimos más de cien mil
personas que asistían regularmente. Tenemos tan solo una pequeña fracción de
eso. Dios sabía esto, Dios está en el proceso y de nuevo, me tomó no sé cuánto
tiempo para finalmente comprender esto. Dios no está muy interesado en números,
Él quiere un grupo sólido, si lo quiere ver de esa manera, de individuos en
aquella primera resurrección. Que gloriosa posesión será el ser llamados hijos
de Dios, la primera resurrección. Y de esa manera vamos a estar en una clase
todos aquellos de nosotros quienes lo logren, otros estarán en la familia Dios,
pero aquellos de nosotros en la primera resurrección tendremos una distinción
que nadie más la tendrá.
Por supuesto, eso también
incluirá a muchos de los grandes profetas de la antigüedad. Ellos tienen sus
propios estándares, sus propias normas de conducta, etc. pero aquellos estarán
en la primera resurrección. Estar en la primera resurrección, que hazaña
increíble que va a ser, pero para hacer eso veamos Mateo 7:24: “Por tanto, todo el que oiga estas palabras Mías y las
practique, lo compararé a un hombre sabio, que construyó su casa sobre la roca;
y la lluvia bajó, y las inundaciones vinieron, y los vientos soplaron, y
golpearon esa casa; pero no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.”
¿Quién es la Roca? ¿Qué es la
Roca? I Corintios 10 3:4, no necesitamos ir a allá, la bebida espiritual. La
Roca es Cristo. ¿Qué me aconsejó ese sacerdote ortodoxo griego? Mire a la Roca,
mire a Cristo, aférrese a ella y nuca la suelte, no deje que nada se interponga.
Esa Roca es lo que realmente me dijo. Aquellos hombres, la gente que la iglesia
olvidó, algunos de ellos nunca lo supieron, Dios quiere a aquellos de nosotros
que podemos verlo. En esencia, él está diciendo abra los ojos, tenemos que
abrir los ojos para que podamos ver, nuestros oídos que podamos oír, tiene que
hacerlo. Si no conocemos a Dios y no sabemos que lo conocemos, nunca tendremos
la creencia y la fe para hacer las buenas obras por las que Dios nos va a
juzgar. Simplemente no va a suceder.
Vayamos a Mateo 24. Y también me
tomó mucho tiempo comprender esto. Ojala lo hubiera entendido antes. Mateo
24:11: “Y muchos falsos profetas se levantarán, y
engañarán a muchos.” También está hablando de los que están en la
iglesia, quienes también asisten a una congregación, no esta tan solo hablando
del mundo, eso es lo que tenemos que darnos cuenta. Verso 12: “Y porque la ilegalidad será multiplicada, el amor de muchos
se enfriará.” Él está hablando de la iglesia. La ilegalidad siempre ha
abundado en el mundo. Verso 13, aquí está la clave: “Pero
el que perdure hasta el fin, ese será salvo.” Él es el que lo
logrará.
Todos mis amigos que ya no tengo,
ellos no aguantaron, no resistieron, dejaron que los sentimientos se
interpusieran en el camino, no conocieron a Dios, no pudieron comprender lo Él
que estaba haciendo. Él quiere que sepa quien está conmigo, quien me está
llamando, quien está diciendo “Padre, ayúdame a conocerte, concédeme lo que sea
que necesite para ser leal a ti.” Si no conocemos a Dios, no vamos a tener la
creencia o la fe para producir las obras, y no vamos a estar en esa primera
resurrección a menos que conozcamos a Dios y aguantemos hasta el final.
Una última Escritura. Apocalipsis
2, hablando de la iglesia en Esmirna. Verso 9: “Conozco
sus obras y tribulación y pobreza (pero son ricos) ...ricos en fe, en
creencia, no ricos en bienes de este mundo. Ellos no tenían mucho, tenían muy
poco..., y la blasfemia de aquellos que se
declaran a sí mismos ser judíos y no lo son, sino son una sinagoga
de Satanás. No teman ninguna de las cosas que están a punto de sufrir. He aquí,
el diablo está a punto de echar a algunos de ustedes a prisión, para que
puedan ser probados; y tendrán tribulación diez días. Sean fieles hasta la
muerte, y les daré una corona de vida.”
La corona de la vida eterna, la
corona de la vida por siempre jamás. Pero ¿qué está diciendo? “Sean fieles hasta la muerte...” Lo mismo que
soportar hasta el fin, y ser fiel hasta la muerte no significa necesariamente
martirio. Para algunos lo será, de hecho hacia el final de los tiempos, sí,
mucha gente va a ser asesinada, aún no ha pasado pero pasará. Así que es ser
fiel hasta el día en que muramos en paz o en el día del martirio.
Él dice ser fiel, aguantar, pero
no puede aguantar a menos que conozca a Dios, que le crea a Él cuando Él dice
que le dará vida eterna, cuando dice “...les daré una
corona de vida.” Le creemos a Él sin haberlo visto. Recuerde lo que dice
Tito, que Dios no puede mentir. Dios no miente. ¿Creemos esto? ¿Creemos que
Dios no nos miente? ¿Que nunca nos abandonará? Tenemos que seguir adelante y si
lo hacemos, si somos fieles porque conocemos a Dios y le creemos, por lo tanto,
tenemos la fe para hacer lo que sea que debamos hacer y entonces cuando Él
venga y Su recompensa con Él, entonces Él nos dará la corona de vida eterna.