La
crucifixión de Jesús y el Calendario Hebreo Calculado
Por
Dwight Blevins
www.idcb.org
Justo
como cualquier hecho en la Escritura, toda la información, manejada
correctamente, es acumulativa, añadiendo un hecho sobre otro para finalmente
llegar a una conclusión de verdad.
Planeado
tal vez hace cientos, miles, o incluso millones de años antes de la fundación
de la tierra, aparentemente fue determinado que la Pascua, en el año de la
crucifixión, tenía que caer un Miércoles.
Dado
este requerimiento, uno podría asumir que un escenario muy probable,
descomplicado sería establecido con declaraciones del calendario, para que este
evento tuviera un espacio mínimo de error, ¿cierto? No es así, al parecer,
porque las probabilidades más pequeñas fueron escogidas—un año y fecha que
podría maximizar la posibilidad de error, aun así el marco de tiempo de las 62
semanas, el ministerio de Jesús, y la semana, día y año de Su muerte fueron
logradas de una manera perfecta, cumpliendo muchas de las profecías más
importantes en la historia del universo.
Aquí
está el punto: Todas las declaraciones de Tishri 1 [día de Trompetas], el cual
ocurre en el día de la semana Martes, son bastantes únicas. Tales
declaraciones, cayendo en Martes, ocurren únicamente para años de 354 o 384 días.
Estos son los números promedio para la longitud de 12 meses comunes y los 7 años
bisiestos de 13 meses entrelazados del ciclo Metónico de 19 años.
Muchos
de nosotros somos criaturas de hábito. A menudo, cuando pensamos en el 30 d.C y
el año de la crucifixión, primero nos enfocamos en el día de Trompetas, 30 d.C,
luego en la mente, vamos hacia atrás al Miércoles de la Pascua, casi 6 meses
antes—la Pascua siempre cayendo 3 días antes en la semana, comparado con el día
de Trompetas al principio del 7mo mes.
Nada
necesariamente malo con esa mentalidad, excepto que cuando se hace ese tipo de
cosas, técnicamente estamos moviéndonos en reversa del hecho. Es decir, los
cálculos del Calendario Hebreo corren basados en un método de conteo alineado
con el año civil, el cual, con respecto a cualquier Pascua, lleva referencia no
al día sucesivo de Trompetas, casi 6 meses más tarde, sino al día de Trompetas
el cual ocurrió en el otoño del año solar anterior. Entonces, es realmente el día
de Trompetas anterior el cual establece el ritmo del CHC, no Tishri 1, el cual
sigue más tarde, casi 6 meses después del día de la Pascua.
Entonces,
en el sentido de un año civil, de acuerdo a la progresión de los Tiempos Señalados,
el día de la Pascua llega a ser el 5to Tiempo Señalado, y no el 1ero, como a
menudo vemos a Nisán 14. Desde esta perspectiva, Pentecostés llega a ser el 8vo
Tiempo Señalado, siempre siguiendo los días del 8vo curso de Abias.
Jesús,
en el 30 d.C, habiendo sido visto por Sus discípulos por 40 días, en un Jueves,
el 27 de Iyar, el 44avo día de Su crucifixión, regresó a los cielos, para
comenzar a servir como Sumo Sacerdote, justo dos días antes de que el servicio
del 8vo curso comenzara el Sábado, Iyar 29.
De
nuevo, para que la Pascua en el 30 d.C cayera un Miércoles, el Tishri 1
anterior en el 29 d.C tenía que ocurrir un Martes, el día menos probable para
Trompetas. Ahora, la Pascua tenía que caer un Miércoles, de otra forma la
profecía de los 3 días y 3 noches no permanecería, el día de la Gavilla Mecida
estaría corrido, con el conteo a Pentecostés desbaratándose. Muy importante,
los tiempos proféticos parecen estar ordenados por el número 4, la mitad de un
octavo día (Miércoles) del ciclo de 7 días semanal.
Aun
así, una declaración [de Trompetas a caer] en Martes, 29 d.C, tenía únicamente
un 11.5% de probabilidad de ocurrir, el porcentaje más bajo de todos los días
declarados para Tishri 1. Pero, aquí es solo donde comienza lo complicado. No
solamente Trompetas tenía que caer un Martes en el 29 d.C sino que también tenía
que ser un año de 354 días, si no la Pascua, en la primavera siguiente, no
ocurriría un Miércoles.
Aun
así, esa es únicamente la segunda de muchas complicaciones, necesaria para
asegurar que la Pascua sería declarada [caer] un Miércoles, 30 d.C. El
siguiente obstáculo es que un año de 384 días puede también comenzar un Martes,
lo cual ocurre 5.26%, o 1/19 de las veces. Por lo tanto, ya que solamente años
de 354 o 384 días pueden comenzar en Martes, la suma de los años de 384 y 354 días,
alcanzando un 11.5%, nos deja con el hecho de que 11.5% - 5.26% = 6.24% de que
Trompetas en el 29 d.C sería declarado [caer] un Martes, para que la Pascua en
el 30 d.C cayera un Miércoles. Esta es una ventana de oportunidad muy angosta.
Pero,
esa es únicamente la tercera parte de la complicación, con aun más que añadir.
El Lunes, Septiembre 25, 29 d.C, las conjunciones astronómicas de Tishri,
tiempo de Jerusalén, cayeron más o menos a las 2:11 pm en la tarde (12:11 UT). Así,
no había ninguna oportunidad en lo absoluto de que la primera luna creciente
pudiera ocurrir justo unas pocas horas más tarde al ocaso.
El
molad de Tishri ocurrió incluso más tarde en el día, cayendo más o menos a las
5:31 pm, tiempo de Jerusalén, tarde el Lunes en la tarde, muy cerca al cierre
del día y menos de media hora de la coyuntura de Elud/Tishri de ese año. Por lo
tanto, con los cálculos del molad bien pasados el medio día, por reglas de
aplazamiento, el siguiente día, Martes, 29 d.C fue declarado el día de
Trompetas, estrictamente por calculo solamente, ya que alguna vista de una
[luna] creciente habría sido imposible al ocaso, víspera del Martes, mientras
empezaba Trompetas.
Entonces,
¿terminamos con las complicaciones de tales declaraciones y requerimientos para
asumir una Pascua en Miércoles, 30 d.C? No exactamente, hay aún una 5to para añadir.
Para que Trompetas, 29 d.C ocurriera un Martes, el año anterior tenía que ser
un año bisiesto, moviendo el primer mes del nuevo año a un mes y un tiempo
molad, el cual causaría la declaración para que cayera correctamente en el día
requerido de la semana, habilitando una Pascua en Miércoles el año siguiente.
Por lo tanto, un estricto ritmo cíclico del Metónico de 19 años ya tenía que
estar en lugar y funcionando, mucho antes del tiempo del nacimiento de Jesús y
Su ministerio. El 8vo año del ciclo de 19 años es un año bisiesto, y Tishri 1,
29 d.C fue declarado el día uno del 9no año civil del Metónico, el año de la
muerte de Jesús—un año civil de 354 días.
Ningún
margen de maniobra en algo de esto, si las reglas de calendario, como las
conocemos, estaban en vigor. Como resultado final, desde una perspectiva
humana, esta era la peor escogencia y escenario posible, el cual animaría la
posibilidad de error, aun así, de nuevo, respecto al marco de tiempo, un
ejemplo perfecto de cómo Dios ordena Su plan. Lo que Él ha predeterminado
siempre pasará, con precisión exacta, viendo que Él es capaz de declarar el
final desde el principio. Había un 93.76% de posibilidad de error, pero todo pasó
a través de la ventana de tiempo angosta de 6.24%, exactamente como Dios lo
había planeado.
Trompetas
fue declarada [caer] un Martes en el 22, 29 y 42 d.C. Estos fueron los únicos años
de declaración para Martes en esa era. 22 d.C era demasiado temprano, y 42
considerablemente tarde. Por lo tanto, sin lugar a dudas, 29 fue el año que comenzó
en Martes, y 30 d.C, la primavera la cual produjo una Pascua en el día de la
semana Miércoles—todo debido a las reglas de declaración del Calendario Hebreo.