Restaurando el
cristianismo original—¡para hoy!
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Fred
R. Coulter
Ministro
Julio 14, 2017
Queridos hermanos,
El primero de julio vi la transmisión de la reunión
“Celebrando libertad,” la cual daba gracias a Dios y honraba a los veteranos de
guerra de USA. Fue patrocinado por la Iglesia Bautista de Dallas y el pastor Robert
Jeffress, amigo del Presidente Donald Trump. ¡Toda la presentación estuvo
tremenda! Hablaron de Dios y Jesucristo, citaron algunas Escrituras y se
refirieron a otras, cantaron canciones de Dios y alabaron el poder del nombre
de Jesús—y oraron a Dios. Al final, el Presidente Trump dio un discurso sentido
y excelente—mencionando a Dios numerosas veces. El programa se centró en dar
gracias a Dios por las bendiciones de esta nación, lo cual es bueno hacer
porque Él es la Fuente de nuestras bendiciones nacionales. Así, este fue un
evento ¡inspirador y conmovedor!
Aunque nuestros líderes políticos no tienen
un conocimiento genuino de Dios, Él bendice a aquellos líderes que sinceramente
lo reconocen. El pastor Jeffress mencionó que cuando Trump estuvo en Jerusalén y
oró en el muro de los lamentos, él oró por sabiduría de Dios mientras
llevaba a cabo sus tareas como presidente de USA.
USA es el único país con la libertad de expresión
(y prensa) necesaria para predicar fuertemente el Evangelio—sea en verdad por
el pueblo de Dios, o en verdad parcial por las variadas iglesias y
organizaciones que profesan ser “cristianas” (Filipenses 1:15-18). Es por eso
que es necesario que tengamos líderes políticos quienes mantengan nuestra
libertad de religión y expresión.
Como cristianos, no nos involucramos en política
(pero observamos los líderes del mundo). Comprendemos que Dios es
Quien trata directamente con los líderes—levantándolos y derribándolos. En el
libro de Daniel, encontramos que Dios trató directamente con Nabucodonosor, rey
de Babilonia—sin embargo, obviamente él no fue llamado a salvación. El tratar Dios
con Nabucodonosor lo movió profundamente, llevando al rey a escribir una carta
a las naciones. Esto es bastante tremendo, cuando piensa en esto. Note: “Nabuconodosor el rey, a todos los pueblos, naciones, e
idiomas, que habitan en toda la tierra:
“Paz les sea multiplicada. Me pareció bien
declarar las señales y maravillas que el Altísimo Dios ha hecho por mí. ¡Cuán grandes son Sus señales! ¡Y cuan poderosas son
Sus maravillas! Su reino es un reino eterno, y Su dominio es de
generación a generación”” (Daniel 4:1-3).
¡La declaración de Nabucodonosor es en realidad
una profecía del venidero Reino de Dios! Dios trató directamente con el
rey y lo castigó con 7 años de locura. Cuando Dios restauró la mente de Nabucodonosor
y su reino, note cuan humildemente él respondió: “Y al
final de los días, yo, Nabuconodosor, levanté mis ojos al cielo, y mi
entendimiento volvió a mí, y bendije al Altísimo, y alabé y honré a Él Quien
vive por siempre, porque Su dominio es un domino eterno, y Su reino es
de generación a generación. Y todos los
habitantes de la tierra son contados como nada; y Él hace de acuerdo a Su
voluntad en el ejército del cielo y entre los habitantes de la tierra. Y
ninguno puede detener Su mano, o decirle,
“¿Qué estás haciendo?”
“En aquel tiempo mi
razón regresó a mí. Y la gloria de mi reino, mi majestad y esplendor me
regresaron. Y mis consejeros y mis señores me buscaron, y fui establecido en mi
reino, y grandeza incomparable me fue adicionada. Ahora yo, Nabuconodosor, alabo y exalto y honro al Rey
del cielo, porque todas Sus obras son verdad y Sus caminos justicia. Y aquellos
que caminan en orgullo Él es capaz de humillar” (versos 34-37).
Este evento del primero de julio celebrando
las bendiciones y la libertad religiosa que Dios ha dado a esta nación fue bueno
desde una perspectiva nacional, así como espiritual. Para aquellos quienes son más
seculares, el evento debe haber parecido bastante “piadoso”—una ayuda para el
protestantismo.
En verdad, el protestante siempre quiere sentirse
bien de sí mismo. La antigua nación de Israel—de la cual USA se originó—tenía
la misma tendencia. Retenían una creencia en Dios, profesaban ser “buenas
personas,” pero amaban su “baalismo”—la adoración en domingo y la observancia
de festivos ocultos. Durante los días del profeta Elías, Israel practicaba “baalismo”
mientras daban servicio de labios a Dios. Reuniendo al pueblo en Monte Carmelo,
Elías los retó: “¿Cuánto tiempo vacilarán entre dos
opiniones diferentes? Si el SEÑOR es Dios, síganlo. Pero si Baal es
Dios, entonces síganlo” (I Reyes 18:21).
Es lo mismo hoy. Los protestantes profesan
creer en Jesús y claman adorar al Dios verdadero. Y guardan algunos de
los mandamientos de Dios (Romanos 2:14-15)—de otro modo tendríamos ilegalidad
total. Pero adoran en domingo y retienen los festivos paganos de la
iglesia católica romana—¡la cual es “baalismo”! Como el Israel antiguo,
mantienen dos opiniones diferentes al mismo tiempo—y la mayoría de ellos lo
sabe. Admiten que Sábado es el verdadero día de adoración—pero ¡escogen el
domingo! Reconocen los orígenes paganos de los festivos de hoy—pero ¡escogen
guardarlos! Tal doble mentalidad les hace imposible comprender el verdadero
plan de Dios.
Mientras sus prácticas parecen buenas,
en realidad son cegados a la verdad de Dios. Piensan que están sirviendo a
Dios, sin entender que tales prácticas en realidad le desagradan a Dios.
Sí, viven por algunas de las Palabras de Dios, pero rechazan
porciones claves de la Biblia, clamando que la “ley” ha sido “abolida”
y que el Antiguo Testamento ha sido cumplido. Así, tienen “una
apariencia exterior de piedad, pero negando el poder de la verdadera
piedad” (II Timoteo 3:5).
Niegan el poder de Dios en sus vidas al rechazarlo
como ¡Dador de Ley! Rechazan aceptar la declaración clara de Jesús que Él no
vino a abolir la Ley ni los Profetas. En vez, Él vino a levantarlos a un
nivel espiritual más alto (Mateo 5:17-19). En verdad, Él los hizo más
obligantes que tan solo “obediencia de la letra de la ley” (Romanos 7:6). El
profeta Isaías predijo de esta expansión de la Ley: “El
SEÑOR está bien complacido por amor a Su justicia; Él magnificará la Ley y la
hará gloriosa [a través de la vida y enseñanzas de Jesús” (Isaías
42:21).
Los protestantes tienen toda la Biblia, pero
escogen pasajes que parecen soportar sus doctrinas mansas. Claman que “gracia” es
todo lo que necesitan para salvación—que Dios “los aceptará” como son. Pero
fallan en entender que uno no puede vivir en pecado—y guardar el domingo
(así como guardar los festivos paganos) constituye ¡practicar pecado! El apóstol
Pablo escribe que nadie puede clamar estar “bajo gracia” y continuar viviendo
en pecado. “¿Qué diremos entonces? ¿Continuaremos en pecado, para que la gracia
pueda abundar?
¡DE NINGUNA MANERA! Nosotros quienes morimos al pecado, ¿cómo
viviremos más en él?”
(Romanos 6:1-2). ¡Increíble!
Los protestantes creen que el amor de Dios
es incondicional. Algunos incluso enseñan que el estilo de vida de una
persona es irrelevante: Dios aun los ama y serán “salvos.” Pero Jesús dijo que
hay condiciones para amar a Dios y recibir Su amor: “Si Me
aman, guarden los mandamientos—a saber, Mis mandamientos.… Si
guardan Mis mandamientos, vivirán en Mi amor; así como Yo he guardado los
mandamientos de Mi Padre, y vivo en Su amor”
(Juan 14:15;
15:10). Así, el amor de Dios para salvación es en verdad condicional. Es
por eso que Jesús proclamó que debemos vivir por cada palabra de Dios: “Está
escrito, ‘El hombre no vivirá de pan solamente, sino de cada palabra
que procede de la boca de Dios’” (Mateo 4:4).
Jesús advirtió
de las consecuencias de profesar Su nombre, o predicar en Su nombre, mientras
fallan en practicar obediencia hacia Dios. “No
todo el que me dice, ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino del cielo; sino
aquel que está haciendo la voluntad de Mi Padre, Quien está en el cielo.
Muchos me dirán en aquel día [de juicio], ‘Señor, Señor, ¿No
profetizamos por medio de Tu nombre? Y ¿No echamos fuera demonios por
medio de Tu nombre? Y ¿No hicimos muchas obras de poder por medio de Tu
nombre?’ Y entonces les confesaré, ‘Nunca los conocí. Apártense de Mí,
ustedes quienes obran ilegalidad’” (Mateo 7:21-23).
Tales
tipos de protestantes no viven o enseñan cada palabra de Dios—¡la
voluntad de Dios!
Hace más
de 2,500 años, el profeta Jeremías escribió que esto mismo tendría lugar en los
“últimos días.” “Así dice el SEÑOR de los ejércitos, “No escuchen las
palabras de los profetas [pastores
protestantes] que les profetizan. Ellos los hacen vanos; hablan una visión
[su
propia teología liberal] de su propio corazón, no de la boca del SEÑOR.
“Ellos
todavía le dicen a aquellos que Me desprecian, ‘El SEÑOR ha dicho,
“¡Ustedes tendrán paz!” ’ Y le dicen a todo el que camina tras la
imaginación de su propio corazón, ‘¡Ningún mal vendrá sobre ti!’ ”Porque
¿quién [verdaderamente] ha
estado de pie en el consejo del SEÑOR para ver y oír Su Palabra? ¿Quién ha
atendido a Su Palabra y la oyó? He aquí, la tempestad del
SEÑOR ha salido en furia, una tempestad de torbellino. Caerá gravosamente sobre
la cabeza del malvado.
La ira del SEÑOR no regresará, hasta que haya ejecutado y hasta que
haya cumplido los propósitos de Su corazón; en los postreros días ustedes lo
entenderán perfectamente.
““Yo
no he enviado a estos profetas, aun así ellos corrieron; Yo no les he
hablado, aun así profetizaron. Pero si hubieran permanecido [verdaderamente]
de pie en Mi consejo y hubieran hecho a Mi pueblo oír Mis palabras [cada palabra de
Dios], entonces ellos se habrían vuelto de su mal camino y de la
maldad de sus obras”
(Jeremías 23:16-22).
Jeremías continua:
““He escuchado lo que dijeron los profetas [pastores], quienes
profetizan [enseñan] mentiras
en Mi nombre, diciendo, ‘He soñado, he soñado.’ [Los pastores protestantes dicen,
“Dios ha puesto esto en mi corazón”] ¿Hasta cuándo estará esto
en el corazón de los profetas quienes profetizan mentiras y quienes son
profetas del engaño de su propio corazón? Ellos traman hacer que
Mi pueblo olvide Mi nombre [por ejemplo, la soberanía y poder de Dios] con
sus sueños los cuales cuentan, cada uno a su vecino, como sus padres han
olvidado Mi nombre por Baal.
“El
profeta que tenga un sueño, que cuente un sueño. Y aquél que tenga Mi
Palabra, que hable Mi Palabra fielmente.… “¿No es Mi Palabra
como un fuego?” dice el SEÑOR; “¿y cómo un martillo que rompe la roca en
pedazos?
[la Palabra de Dios correctamente enseñada es poderosa y efectiva.] Por
tanto, he aquí, Yo estoy contra los profetas quienes roban [se mal apropian]
Mis palabras cada uno de su vecino. He aquí, Yo estoy
contra los profetas quienes usan sus lenguas y dicen, ‘Él dice,’ cuando Yo
no dije.
He aquí, Yo estoy contra aquellos quienes profetizan sueños
falsos y los dicen, y hacen ir por mal camino a Mi pueblo con sus
mentiras y con su desenfreno. Aun así Yo no los envié ni les ordené;
por tanto ellos no beneficiarán a este pueblo en absoluto,” dice el SEÑOR” (Jeremías
23:25-32).
Como
nunca antes, debemos ser fieles con la Palabra de Dios. Debemos obedecerla,
protegerla y enseñarla (Apocalipsis 3:7-13). Debemos amar a Dios el Padre y a
Jesucristo con todo nuestro corazón, mente y fortaleza (Marcos 12:30)—y debemos
demostrar nuestro amor a través de obediencia.
Hermanos,
estamos alcanzando cientos de miles de personas cada mes—y esto es además de
todos los CDs, DVDs, Biblias, libros, folletos y artículos que enviamos por
correo. También encuentra aquí una comparación
entre el Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto. Tendremos mensajes sobre este tema.
Mientras tanto, tome el tiempo para familiarizarse con el tema a través de su
propio estudio.
Nuevamente, damos gracias a Dios y a
ustedes, por su continuo amor y oraciones—y por su apoyo a través de diezmos y
ofrendas. Oramos por ustedes diariamente—por las bendiciones de Dios, la
sanidad, y fortaleza espiritual de modo que puedan continuar creciendo en la
gracia y conocimiento de Jesucristo.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC