Epístola de
Primera de Corintios II
Trasfondo #2
& Capitulo Uno
Fred R. Coulter
www.laVerdaddeDios.org
Quiero regresar a Hechos 9 y cubrir algunas cosas.
Aquí es donde el apóstol Pablo fue llamado cuando iba de camino a arrestar
cristianos y echarlos en prisión. Alguien mencionó que en su mente
correlacionaba todo el sufrimiento por el que tuvo que pasar Pablo, a causa de
todo el sufrimiento que él le trajo a la Iglesia. Pienso que de alguna forma hay
algo de verdad en eso.
Hechos 9:10—esto es después de que Pablo estuvo en
Damasco y no pudo ver durante tres días: ‘Entonces
había en Damasco un cierto discípulo llamado Ananías. Y el Señor le dijo en una
visión, ‘Ananías.’ Y él dijo, ‘He aquí, yo estoy aquí, Señor.’ Y el
Señor le dijo a él, ‘Levántate y ve a la calle la cual es llamada
Derecha, y pregunta en la casa de Judas por uno llamado Saulo de
Tarso; porque he aquí, él está orando, y él ha visto en una visión a un
hombre llamado Ananías viniendo y poniendo sus manos sobre él, para que
él pueda recibir la vista.’ Entonces Ananías respondió, ‘Señor, he oído
de muchas personas acerca de este hombre, cuantas cosas malas ha hecho a
Tus santos en Jerusalén. E incluso en este lugar él tiene autoridad de
los sacerdotes jefes para atar a todos lo que acuden a Tú nombre.’ Pero
el Señor le dijo, ‘Ve, porque éste hombre es un vaso escogido para Mí,
para llevar Mi nombre ante los gentiles, y reyes, y los hijos de
Israel; porque le mostraré que grandes cosas debe sufrir por Mi nombre’”
(versos 10-16).
Toda la vida del apóstol Pablo fue de sufrimiento, y
muchas personas pueden percibir eso como que todo el cristianismo debe ser una
existencia de sufrimiento, tristeza y soledad, como le sucedió a Pablo. Él fue
apedreado, dejado a morir y aun así volvió a las mismas ciudades.
Hechos 16:1—continuemos viendo cómo llegó Pablo a
Grecia: “Luego llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había un discípulo llamado
Timoteo…” Cubrimos que él fue circuncidado.
Verso 8: “Ahora, después
de haber pasado Misia, ellos vinieron a Troas” Troas está al noroeste de la costa de Turquía, en frente
de Grecia.
Verso 9: “Y una visión apareció a Pablo durante la
noche. Un cierto hombre de Macedonia … [El área norte de Grecia]… estaba de pie, suplicándole y
diciendo, ‘Ven a Macedonia y ayúdanos.’ Y después de haber visto la
visión, de inmediato buscamos ir a Macedonia, concluyendo que el Señor nos
había llamado para predicarles el evangelio a ellos. Por tanto, después de
zarpar de Troas, vinimos con un rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente
a Neápolis; y de allí fuimos
a Filipos, la cual es la ciudad primaria en esa parte de
Macedonia, y una colonia. Y nos quedamos en esta ciudad por un
número de días. Luego en el día de las semanas fuimos fuera de la ciudad junto
a un río, donde era acostumbrado hacer oración; y después
de sentarnos, hablamos a las mujeres que estaban reunidas allí” (verso
8-13).
Empezó siendo un buen viaje, pero aquí, Pablo se
interpone de nuevo.
Verso 14: “Y una cierta mujer que adoraba a Dios
estaba escuchando; ella era llamada Lidia y era vendedora de
púrpura de la ciudad de Tiatira; cuyo corazón el Señor abrió para
recibir las cosas habladas por Pablo. Y después que ella y su hogar
fueron bautizados, nos rogaba, diciendo, ‘Si me han juzgado ser fiel al Señor,
vengan a mi casa y quédense allí.’ Y nos obligó. Entonces sucedió
que mientras íbamos a la oración, una cierta damisela que tenía un espíritu de
Pitonisa nos encontró; y ella les traía a sus maestros mucha
ganancia adivinando… [Prediciendo suertes]…Ella siguió a Pablo y a
nosotros y gritaba, diciendo…” (versos 14-17). Esto se volvía bastante
irritante. Ella venía gritando, no llorando.
“…‘Estos hombres son siervos del Altísimo Dios, y
están predicándonos el camino de salvación’” (verso17). Quiero que
piensen en esto un momento, porque cuando entendemos por lo que estaba poseída
esta mujer, entonces es una situación similar a la que tuvo Jesús cuando entró
a algunas de las sinagogas; había personas poseídas por demonios y los demonios
decían que éste era el Hijo del Altísimo.
Aquí alcanza a Pablo esta mujer que lo está siguiendo.
¿Alguna vez alguien lo molestó y no lo dejaba en paz? Esta señora estaba
poseída y lo estaba siguiendo y gritando, “…Estos hombres son siervos del
Altísimo Dios…” Bastante publicidad. Está esta mujer poseída de apariencia de
locura:
Verso 18: “Y ella hizo esto por muchos
días. Entonces Pablo, estando afligido… [Frustrado]…se volteó al espíritu y
dijo, ‘Te ordeno en el nombre de Jesucristo que salgas de ella.’ Y eso salió la
misma hora. Y cuando sus amos vieron que la esperanza de su ganancia se
había ido, agarraron a Pablo y a Silas y
los arrastraron al mercado
ante los magistrados.”
(versos 18-19). Este es un evento sorprendente. A mí nunca me ha sucedido nada
como esto. Es como si uno anduviera en la calle y que lo agarren y se lo lleven
al mercado.
Verso 20: “Y los trajeron a los
capitanes, diciendo, ‘Estos hombres, quienes son judíos… [Empieza aquí]… están turbando
grandemente nuestra ciudad, Y están predicando costumbres que no son legales para
nosotros, como romanos, de recibir o practicar’ Entonces una multitud se levantó contra ellos, y los
capitanes rasgaron sus vestidos, y ordenaron que fueran golpeados
con varas. Y tras poner muchos azotes sobre ellos, los echaron a
prisión, ordenando al carcelero mantenerlos con toda seguridad” (versos
20-23). ¡Ellos no habían hecho nada! Los tomaron, los golpearon y los echaron
a la prisión.
Verso 24: “Tras recibir esta orden, él los echó en la
prisión interna y aseguró sus pies con cepos.” ¡Qué incomodo! No sé si estaban
sentados, con sus pies en los cepos. Un cepo es como un par de esposas de
madera para los pies. No sé si tenían sus manos en ellos, pero he visto algunos
de estos en las películas, porque son representaciones acertadas de lo que solían
tener, y había unas donde ponían los pies y las manos. Creo que también había
uno donde ponían la cabeza, los pies y manos en el cepo. ¡Se necesitaría un
quiropráctico para eso!
Verso 25: “Pero cerca de la media noche, Pablo
y Silas estaban orando y cantando alabanzas a Dios…” Piensen en su actitud, la
mayoría de las personas pensarían: ‘Oh Dios, ¿Por qué estoy sufriendo todo
esto? ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué me pasó a mí?’ ¡Pero ellos no lo hicieron!
“…y los prisioneros estaban escuchándolos; y de pronto
hubo un gran terremoto… [Dios respondió la oración; esa fue una verdadera
respuesta a una oración]…tan grande que los fundamentos de la prisión
fueron sacudidos, e inmediatamente todas las puertas se abrieron, y las
cadenas de todos fueron sueltas” (versos 25-26). ¡Todos los cepos se abrieron!
Verso 27: “Cuando el carcelero se despertó de su
dormir y vio las puertas de la prisión abiertas, sacó una espada y estaba a
punto de matarse, suponiendo que los prisioneros habían escapado, pero
Pablo gritó con una fuerte voz, diciendo, ‘No te hagas daño; porque todos
estamos aquí.’ Y tras pedir luces, él se apresuró y cayó temblando
delante de Pablo y Silas” (versos 27-29). No toma mucho tiempo para que Dios
cambie la situación por completo.
Verso 30: “Y cuando él los había sacado, dijo, ‘Señores,
¿qué debo hacer, para que pueda ser salvo?’” Una conversión completa,
entre un terremoto y el desmoronamiento de una prisión.
Verso 31: “Entonces ellos dijeron, ‘Cree en el Señor
Jesucristo, y tú serás salvado, tú y tu hogar.’ Y ellos hablaron la Palabra del
Señor a él, y a todos aquellos en su casa. Y él los tomó en aquella hora de la
noche, y lavó sus heridas; y él y todo su hogar fueron bautizados
inmediatamente” (versos 31-33). Este es un registro fantástico de lo que
sucedió al apóstol Pablo.
Verso 34: “Luego él los trajo a su casa y
colocó una mesa para ellos; y se regocijó con todo su hogar,
quienes habían creído en Dios. Ahora, cuando
vino el día, los capitanes enviaron a los sargentos, diciendo, ‘Dejen ir a esos
hombres.’ Y el carcelero
reportó estas palabras a Pablo, diciendo,
‘Los capitanes han enviado palabra para dejarlos ir. Ahora entonces, pueden salir y partir en paz.’ Pero Pablo les dijo,
‘Después de golpearnos públicamente, siendo romanos, sin condenación, y de
echarnos en prisión, ¿ahora piensan ellos arrojarnos fuera
secretamente? Ciertamente no, sino que vengan ellos en persona y nos saquen.’ Entonces los sargentos reportaron estas
palabras a los capitanes. Y cuando oyeron que eran romanos, tuvieron miedo. Y ellos vinieron y les
rogaron; y después de sacarlos, les pidieron que partieran de la ciudad. Ahora, después de dejar la prisión, ellos
vinieron a Lidia; y cuando habían visto a los hermanos, y los habían exhortado,
partieron.” (versos 34-40).
Hechos 17:1: “Y después de viajar… [Hacia el sur]…a
través de Amfipolis, vinieron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los
judíos.” Pablo vuelve a entrar a la sinagoga de los judíos.
Verso 2: “Y como era la costumbre de
Pablo, fue a ellos y por tres Sábados razonó con ellos de las Escrituras.
Exponiendo y demostrando que era necesario para Cristo sufrir y levantarse de los
muertos, y testificando, ‘Este Jesús, a Quien estoy proclamándoles,
es el Cristo.’ Ahora, algunos
de ellos fueron convencidos, y se unieron a Pablo y a Silas, incluyendo una
gran multitud de griegos devotos, y no pocas de las mujeres principales. Pero los judíos
incrédulos se volvieron envidiosos y tomaron para ellos ciertos hombres malvados del tipo más
bajo; y cuando habían reunido a una enorme multitud, colocaron la ciudad en
alboroto; y asaltaron la casa de Jasón, buscando a Pablo y a Silas, para sacarlos
ante el pueblo. Y cuando no
los encontraron, arrastraron a Jasón y a ciertos hermanos ante los magistrados
de la ciudad, gritando, ‘Aquellos quienes han puesto al mundo entero en
confusión han venido también aquí…’” (versos 2-6). Esto se está refiriendo al mismo tipo de actitud
que había cuando los judíos dijeron de Jesús: ‘He aquí, el mundo está yendo
tras Él.’ ¡Ellos están volteando el mundo al revés!
“‘…A quienes Jasón ha
recibido; y todos éstos hacen lo
que es contrario a los
decretos del César, diciendo que hay otro rey, Jesús’ Y ellos causaron gran agitación entre el pueblo y los
magistrados de la ciudad, quienes oyeron estas cosas. Pero después
de tener seguridad de Jasón y del resto, los dejaron ir. Entonces los hermanos
inmediatamente enviaron de noche a Pablo y Silas a Berea, quienes, al
llegar, entraron en la sinagoga de los judíos. Estos eran más nobles que aquellos en Tesalónica, porque
recibieron la Palabra con toda disposición de mente y
examinaron las Escrituras diariamente para ver si estas cosas eran así”
(versos 7-11). Eran judíos en la sinagoga los que están haciendo esto.
El primer libro que escribió el apóstol Pablo fue a
los Tesalonicenses. Al parecer, era una iglesia fuertemente judía. Entonces
muchos de ellos creyeron.
Después Pablo vino a Atenas y se encontró con algunos
de los filósofos y demás. Él les estaba diciendo acerca de esta nueva doctrina,
de Jesús y la resurrección. Ellos dijeron, ‘Está bien, todos volveremos juntos
y escucharemos esta cosa nueva.’
Verso 22: “Entonces Pablo se paró en el centro
de la colina de Marte y dijo, ‘Hombres, atenienses, percibo que
en todas las cosas son muy reverentes a deidades’”—devotos a la adoración
de demonios. Eso les dice todo acerca de sus dioses y el tipo de religión que
tenían. Estas personas estaban involucradas en el demonismo y tenían todas las
cosas que tenemos ahora: bolas de cristal, prediciendo el futuro, cartas. Ellos
tenían una cosa en sus religiones: sacrificaban a un pollo o algún otro tipo de
animal, y entonces veían el hígado y dependiendo de cómo estaba configurado el
hígado, se predecía el futuro.
Verso 23: “Porque mientras estaba pasando a
través y observando los objetos de su veneración, encontré también un altar
sobre el cual estaba inscrito, “A un Dios desconocido.” Así entonces, a
Él a Quien ustedes adoran en ignorancia es Aquel que les proclamo. Él es
el Dios que hizo el mundo y todas las cosas que están en él.
Siendo el Señor del cielo y la tierra, no vive en templos hechos
por manos; ni es servido por las manos de hombres, como si necesitara algo,
porque Él da a todos vida y aliento y todas las cosas” (versos
23-25). Debió haber sido un sermón muy poderoso, estando parado y predicándoles
a todos estos griegos.
Verso 26: “Y Él hizo de una sangre todas las naciones
de hombres para habitar sobre toda la faz de la tierra, habiendo determinado de
antemano sus tiempos señalados y los límites de sus habitaciones; para
que pudieran buscar al Señor, si tal vez pudieran palpar tras Él y pudieran
encontrarlo; aunque verdaderamente, Él no está lejos de cada uno de nosotros, porque
en Él vivimos y nos movemos y tenemos nuestro ser; como algunos
de los poetas entre ustedes también han dicho, ‘Porque somos Su descendencia.’”
(versos 26-28). Esa es una Escritura tremenda. “…porque en Él vivimos y nos
movemos y tenemos nuestro ser…” Cuando el Espíritu de Cristo da el espíritu
de hombre, esa es la luz que alumbra a todos los hombres. Dios no ha dejado
a todas las personas totalmente sin equipamiento para encontrarlo a Él.
La primera vez que escuché acerca de los pigmeos fue
cuando mostraron una película en Pasadena acerca de los pigmeos y ellos creían
en el gran Dios, Quien hizo el cielo y la tierra; ellos no tenían idolatría; no
creían en cometer adulterio—que prevalece tanto en África—y se guardaban a sí
mismos. Pensé en esta Escritura; ahí están esos pigmeos en el medio de la
jungla. Ellos no saben nada. Nadie ha ido allá, ni les han enseñado nada. Pero
por lo menos ellos descubrieron eso de Dios.
No sé lo que se consideraría bendiciones para ellos,
si vivir en la jungla, con su tipo de existencia sea más maldecido o bendecido,
que vivir en la jungla de la ciudad, como nosotros. Yo no estoy preparado para
decir que no he estado ahí. Pero Dios lo hizo posible, y el apóstol Pablo dice
‘¡porque en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser!’
Verso 29: “Por tanto, ya que somos la descendencia
de Dios, no deberíamos pensar que la Deidad es como eso lo cual es
hecho de oro, o plata, o piedra—una cosa esculpida de arte ideado por la
imaginación del hombre.” Eso cubre prácticamente todo en cuanto a la idolatría.
Noten como él empezó a decirles acerca de su idolatría.
1.
Pablo dijo, ‘Percibo que están muy
devotos a sus demonios.’ Claro que para ellos, ese no era un término despectivo,
sino que eso solamente era espíritu.
2.
‘También veo que tienen una
dedicación al Dios desconocido, y Este es el que yo les voy a predicar a
ustedes.’
Él no entró con tropas para destruir los ídolos. Él no
entró y les dijo, ‘deberían saber mejor que hacer estos ídolos.’ Ellos no sabían
mejor que eso. ¿Cómo les presentó eso? Él dijo
3.
‘Escuchen, Dios ha hecho a cada
ser humano a Su imagen, hizo a todas las naciones de una sangre; les dio toda
su herencia, ¡para que buscarán a Dios!’
No me importa quién es usted, o donde está, no puede
tener muchas oposiciones para esa declaración.
4.
Dios no está hecho de esas cosas
de oro o plata.
Verso 30: “Porque aunque Dios en verdad ha
pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, Él ordena ahora a todos los
hombres en todo lugar arrepentirse.”
5.
¡Aquí viene el mensaje de
arrepentimiento!
Pensé que fue muy interesante la manera en que presentó
esto. Cuando lleguemos a I Corintios, van a ver la manera en que el apóstol
Pablo estructuró la carta. Yo pienso que es muy significativo, ya que él usa el
mismo acercamiento para todos.
Primero empieza con Dios, hablando de que estamos
hechos a la imagen de Dios y todos necesitamos ser atraídos a Dios. Entonces
menciona el problema, es exactamente lo que hizo aquí.
Verso 31: “‘Porque Él ha fijado un día en
el cual juzgará al mundo en justicia por un Hombre a Quien Él ha nombrado,
habiendo dado prueba a todos resucitándolo de los muertos’…
[Ahora ellos están escuchando algo nuevo]…Y tras oír de la resurrección
de los muertos, algunos se burlaron; pero algunos dijeron, “Te
escucharemos de nuevo concerniente a este asunto.’ Pero algunos quienes creyeron se unieron a él, entre
quienes también estaban Dionisio
el Areopagita, y una mujer llamada Damaris, y otros con ellos.” (versos 31-34).
Pablo se va de Atenas y viene a Corinto. Por fin
llegamos a Corinto.
Hechos 18:1: “Después de estas cosas, Pablo partió de
Atenas y vino a Corinto; y allí encontró a cierto judío llamado
Aquila, un nativo de Ponto, quien había recientemente venido desde Italia con
Priscila su esposa (porque Claudio había ordenado a todos los judíos salir de
Roma). Y él vino a su casa” (versos 1-2).
Los judíos, por naturaleza tienen un tremendo sentido
de política y negocios que otra gente no tiene. Esto los pone periódicamente en
situaciones donde sufren terribles persecuciones. Dondequiera que están, tienen
todo hasta el cuello y después la única manera de deshacerse de ellos, es
usando tácticas como las de Hitler. Eso es lo que hicieron aquí.
En una ocasión hablé con un hombre quien era un auténtico
Nazi en Alemania. Con lágrimas en sus ojos, él me dijo que cuando Hitler llegó
al poder, lo hizo maravilloso. Alemania estaba en muy mal estado, Pero Hitler llegó
y eliminó el desempleo, envió a todas las mujeres de vuelta a casa, a cuidar a
los hijos. No podían tener un trabajo fuera de la casa. Echó a todos los
judíos; echó a todos los homosexuales, se deshizo de todas las prostitutas y limpió
todo. ¡Él dice que era hermoso! Y dijo, ‘no sé qué le pasó a él después.’
Aquí hay muchas personas que apoyarían ese tipo de
cosas. Si esta era continúa mucho más, van a quitar por completo a Dios de las
comunicaciones y las escuelas. Van hacia lo mismo. ¡Va a surgir un Hitler! Es
una lástima. Podemos ver mucho que mucho de esto sucedió aquí.
Aquila y Priscila vinieron a Corinto, verso 3: “Y
porque él estaba en el mismo negocio, habitó con ellos y trabajó; porque ellos
eran fabricantes de carpas por negocio.” No solamente trabajando con carpas,
sino que también trabajaban con cuero y hacían cintos, abrigos y cosas así.
Verso 4: “Y él razonaba en la sinagoga cada Sábado…”
Pablo iba fielmente a la sinagoga. No sé cuánto tiempo tomó para que su
reputación lo siguiera a las distintas sinagogas, pero él desgarraba esas
sinagogas, entre la religión judía y el cristianismo.
“…y persuadía a judíos y griegos. Luego cuando Silas y
Timoteo descendieron de Macedonia, Pablo fue movido en su espíritu y
estaba fervorosamente testificando a los judíos que Jesús era el
Cristo” (versos 4-5). Él estuvo ahí tres Sábados y no mencionó ni una palabra
acerca de Jesús. Cuando vinieron los otros dos, ya tenía sus refuerzos y
entonces testificó que Jesús era el Cristo.
Verso 6: “Pero cuando ellos se pusieron en oposición y
estaban blasfemando, Pablo sacudió sus vestidos y les dijo…”
Piensen en esto por un momento. ¡Él tomó sus vestidos y los sacudió en la
sinagoga!
“…‘Su sangre sea sobre sus propias cabezas. Soy
puro de esto. De ahora en adelante iré a los gentiles’… [¡Eso es tan
doloroso para un judío!]…Y después de partir de allí, fue a la casa de
un cierto llamado Justo, quien adoraba a Dios, cuya casa colindaba con la
sinagoga” (versos 6-7). Tenían un muro en común, y al lado estaba su casa.
Verso 8: “Pero Crispo, el gobernador de la sinagoga,
creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios quienes
escucharon creyeron y fueron bautizados.” ¡Insulto de insultos! Al lado de la
sinagoga, ¡ahí es donde tenían sus servicios!
Verso 9: “Y el Señor le dijo a Pablo en una visión en la
noche, ‘No tengas miedo…’” Me imagino. ¿Qué pasaba en todos los lugares a los
que él iba? ¡Lo arrestaban, lo apedreaban o lo metían en prisión! ¿Dios
nos hablaría de la misma manera ahora? Si se volviera necesario, yo diría
que sí, ¡Dios lo haría! He decidido que si llega el momento en que se
necesite otro ministro, no voy a salir corriendo a imponerle manos a nadie,
hasta que el Señor me lo diga literalmente. Simplemente no lo voy a hacer. No
trato de decir que no hay necesidad, pero después de la experiencia por la que
he pasado, solamente voy a decir ‘Dios, hazlo muy evidente si Tú me estás
hablando, o muéstrame claramente.’
Esto fue en una visión, así que esto tendría que ser
un poco más que un sueño. No sé si él estaba despierto o dormido, pero toda la
esencia de esto, es que el apóstol Pablo necesitaba algo de ánimo. Él tenía una
situación muy difícil y Dios dijo, “…‘sino habla, y no estés callado.’” (verso
9).
Yo he tenido sueños que se han vuelto realidad. No
puedo decir que era un sueño donde Dios habló y dijo esto y aquello. Conozco
personas que han tenido sueños razonables, pero también me he encontrado con
personas que son influenciadas por demonios y también tienen sueños, y que
dicen ‘éstos son del Señor.’ No pongo mucha confianza en ese tipo de cosas. Sé
que la Biblia muestra que sí sucede, pero no muestra que está sucediendo todo
el tiempo. Aun así, tenemos esto contrastado con lo que leemos en Hechos 16,
acerca de la mujer que tenía el ‘espíritu de adivinaciones.’ Hay una clara
diferencia.
Pero estoy seguro que hay sueños que tenemos y se
vuelven realidad. También he tenido sueños raros, porque la mente está yendo a
toda velocidad en neutral—no hay una dirección—y estas cosas salen todas
conglomeradas. Van a haber veces en las que los sueños se vuelvan realidad, y habrá
veces en las que usted estará pensando mucho en un problema y va a encontrar la
solución en un sueño. Eso sucede. Me acuerdo de una vez, antes de que estuviera
en la Iglesia—no tenía nada que ver con la Iglesia de Dios—estaba trabajando en
un problema para mi clase de contabilidad. No podía tener la respuesta y me fui
a la cama pensando en ese problema, y tan pronto me desperté en la mañana, dije
‘¡Eso es! Encontré la respuesta al problema y me lo corrigieron. A veces
suceden cosas como esa.
Hay personas que inventan cosas, que se les ocurren
cosas en un sueño. Hay personas que van manejando y de repente se les ocurre
algo.
Hay veces en las que en verdad tiene que verter su
mente en algo y le van a suceder cosas mentales, pero no necesariamente
significa que es una gran señal de Dios. Aunque yo diga que no voy a nombrar
ministro a otro hombre, a menos que lo escuche virtualmente de Dios, eso no
significa que estoy buscando este tipo de cosas. Estoy tratando de cubrir
muchas bases con ello, porque hay muchos nichos diferentes de lo que podrían
ser estas cosas. Si yo fuera el apóstol Pablo, estaría pendiente de encontrar
mi manera escapar de ahí, y observaría a todos los judíos.
Verso 10: “‘…Porque Yo estoy contigo; y
nadie se colocará sobre ti para maltratarte porque tengo mucha gente en esta
ciudad.’ Y él permaneció allí por un año y seis meses, enseñando la
Palabra de Dios entre ellos. Ahora, cuando
Galio era procónsul de Acaya, los judíos se levantaron contra Pablo de común
acuerdo y lo llevaron al tribunal” (versos 10-12).
Les diré exactamente como pueden saber cómo van a
hacer eso los judíos ahora. Levántese y haga una declaración publica que sea
calumniosa contra los judíos y tendrá a todo el tribunal en su puerta, quemando
su auto, arruinando su crédito, molestando en su trabajo—no tardará. Es
exactamente lo que estaban haciendo aquí. Ellos estaban haciendo rebelión
unánimemente contra Pablo.
Verso 13: “Diciendo, ‘Este hombre está persuadiendo a los hombres a
adorar a Dios contrariamente a la ley.’” Esa es una fuerte declaración. Noten lo que dijo Jesús, porque veremos
que Jesús estaba enseñando lo mismo.
Juan 4:19: “La mujer Le dijo, ‘Señor, percibo que eres
un profeta. Nuestros padres adoraron en esta montaña, pero ustedes dicen que el
lugar donde es obligatorio adorar es en Jerusalén’” (versos 19-20). Recuerden,
esta era la mujer de Samaria. Uno de los suburbios de Samaria era Silo. ¿Qué
había en Silo? ¡El tabernáculo estaba en Silo! Es por eso que más
adelante en la historia de los judíos, cuando algunos de ellos querían cambiar
algo o hacer algo, ellos decían ‘Estuvo acá primero.’ Como ella dijo primero,
‘Este es el pozo de Jacob. Nosotros venimos de los patriarcas. Somos más
grandes que los judíos.’
Verso 20: “Nuestros padres adoraron en esta montaña,
pero ustedes dicen que el lugar donde es obligatorio adorar es en Jerusalén.”
Incluso Jesús estaba enseñando lo contrario a lo que decía la ley judía, pero ¡no
enseñaba contrario a Dios!
Verso 21: “Jesús le dijo, “Mujer, créeme, la hora
viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán al Padre. Ustedes no
saben lo que adoran. Nosotros sabemos lo que adoramos, porque la
salvación es de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque el
Padre ciertamente está buscando aquellos que lo adoren en esta manera. Dios es
Espíritu; y aquellos que lo adoran deben adorar en espíritu y en verdad’” (versos
21-24).
Así que nos damos cuenta de lo que estaba pasando
exactamente cuando ellos dijeron que Él estaba enseñando contrario a la ley. Él
no estaba predicando contrario a la Ley de Dios, sino que Él estaba predicando
contrario a la ley de los judíos.
Hechos 18:14: “Y cuando Pablo estaba a
punto de abrir su boca, Galio dijo a los judíos, ‘Ahora
entonces, si esto fuera un asunto de alguna injusticia, o malvada criminalidad,
Oh judíos, según la razón, debería aguantarlos; pero por otra parte, si es una cuestión
sobre algún mensaje y nombres y una ley propia de ustedes, encárguense de eso ustedes mismos; porque no tengo ningún
deseo de ser un juez de estas cosas’ Y él los ahuyentó del tribunal. Entonces todos los griegos echaron mano de
Sostenes, el gobernador de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal. Pero
ninguna de estas cosas le importó a Galio.” (versos 14-17). Simplemente se dio la
vuelta, se fue y dejó que golpearan a Sóstenes.
Verso 18: “Y después que Pablo había
permanecido allí muchos días, se despidió de los
hermanos y zarpó a Siria, y con él Priscila y
Aquila. Ahora, Pablo había rapado su cabeza en Cencrea porque había hecho un voto. Y
él llegó a Éfeso, y los dejó allí; pero él entró a la sinagoga y
razonaba con los judíos” (versos 18-19). ¡Qué ministerio tan miserable tenía
Pablo! Se pueden imaginar cada Sábado yendo a algún lado, entrar a una sinagoga
de judíos, usted mismo siendo un judío, sabiendo que usted es un judío, subir y
pasar por todo esto de nuevo.
Verso 20: “Y cuando le pidieron
permanecer con ellos por un tiempo más largo, él no consintió, sino se
despidió, diciendo, ‘Debo por todos los medios guardar la fiesta que viene en
Jerusalén… [Casi cada comentario que he visto coloca esto justo antes de la
Fiesta de Tabernáculos en el 52DC]…pero volveré nuevamente a ustedes, si Dios
quiere.’ Y el zarpó de Éfeso. Y después de desembarcar en Cesárea, subió a Jerusalén y visitó a la iglesia; luego descendió a Antioquía.” (versos 20-22). Ese es uno de los versos
de mucho resumen y no dice nada de lo que sucedió entretanto.
Verso 23: “Y habiéndose quedado ahí algún tiempo, se marchó y fue por la región de los gálatas y los
frigios en orden, estableciendo a todos los discípulos. Ahora un cierto judío llamado Apolos,
natural de Alejandría, varón elocuente, que era experto en las Escrituras, vino
a Éfeso. Él había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba
diligentemente las cosas concernientes al Señor, conociendo solamente el bautismo
de Juan. Y comenzó a hablar confiadamente en la sinagoga. Y después de
escucharlo, Aquila y Priscila lo llevaron y le expusieron el camino de Dios con
mayor perfección” (versos 23-26). Aquí, Aquila y Priscila (esposo y esposa) le
expusieron más profundamente. Aquila no estaba hablando públicamente, pero él
conocía bien la Escritura y podía decirle a alguien en privado qué hacer. Eso es lo que hicieron.
Verso 27: “Y cuando estuvo determinado a
viajar a Acaya, los hermanos escribieron a los discípulos, exhortándolos a
recibirlo; y después de llegar, ayudó grandemente a aquellos que habían
creído a través de la gracia, Porque él refutaba poderosamente a los judíos de
manera pública, mostrando de las Escrituras que Jesús era el Cristo.” (versos 27-28).
(Ir a la siguiente pista)
I Corintios 1:7: “Para que ustedes no carezcan ni
un don espiritual mientras están esperando la manifestación de nuestro
Señor Jesucristo.” De los que el apóstol Pablo dijo en I Tesalonicenses 4
‘nosotros que permanecemos y estamos vivos.’
I Corintios 15:50: “Entonces digo esto, hermanos, que la
carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la
corrupción hereda incorrupción. He aquí, les muestro un misterio: no todos
dormiremos, sino que todos seremos cambiados” (versos 50-51). No todos
‘dormiremos’; en otras palabras, ser cambiado al retorno de Jesucristo no depende
de que usted esté muerto.
Verso 52: “En un instante, en el parpadeo de un
ojo, a la última trompeta; porque la trompeta sonará, y los muertos
serán levantados incorruptibles, y nosotros… [Se está incluyendo a si
mismo]…seremos cambiados.” Veremos que en algunos lugares, él usa la palabra nosotros—hablando
de Pablo, Timoteo, Apolos, y los otros apóstoles. Cuando está hablando de
usted, le está hablando a la congregación.
I Corintios 1:6: “De acuerdo como el testimonio de
Cristo fue confirmado en ustedes.” Hay algo que Dios ha hecho en
usted, que es el testimonio de Cristo. Es más que lo que dice, que el
testimonio de Cristo es el espíritu de profecía.
Solamente para darles una pequeña pista en eso:
profetizar no necesariamente significa predecir eventos, también significa predicación inspirada.
Verso 7: “Para que ustedes no carezcan ni
un don espiritual mientras están esperando la manifestación de nuestro
Señor Jesucristo, Quien también los fortalecerá hasta el fin para
que puedan ser irreprochables
en el día de nuestro Señor Jesucristo.” (versos 7-8). Los dirige inmediatamente a Dios—a Dios el Padre y
Jesucristo—el retorno de Cristo y el Día del Señor.
Verso 9: “Dios es fiel, por Quien fueron llamados a
la comunión de su Hijo, Jesucristo nuestro Señor.” Es muy importante
el ser “…llamados a la comunión.” La comunión de Dios siempre continúa.
Cuando estaba estudiando esto—el testimonio de
Cristo—fue muy emocionante repasar y entender lo que Dios ha hecho. Me ayudó a
darme cuenta de lo que es ser confirmado en Cristo y que cada día somos
confirmados en Cristo. Algunas de las cosas que vamos a aprender en I Corintios
van a ser fantásticas, a causa del Espíritu de Dios. Es muy importante que
seamos irreprochables en el Día del Señor, porque eso asegurará nuestra
salvación.
I Juan habla acerca de la comunión que tenemos. Es por
eso que, uno de los problemas de una comunión enérgicamente carnal, es que se
vuelve meramente social. Veremos que ese era parte del problema que tenían
aquí, con la comunión de Cristo.
I Juan 1:1: “Eso que estaba desde el principio,
eso que hemos oído, eso que hemos visto con nuestros propios ojos, eso que
observamos por nosotros mismos y nuestras propias manos tocaron, concerniente a
la Palabra de Vida.” Juan está hablando desde un punto de vista de experiencia
propia. ¡Él hizo esto, literalmente! En este caso, el nosotros se
refiere a todos los apóstoles.
Verso 2: “(Y la vida fue manifestada, y hemos visto, y
estamos dando testimonio… [Para testificar; para dar seguridad]…y
estamos reportándoles la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y fue
manifestada a nosotros;) Eso que hemos visto y hemos oído estamos reportándoles
para que también puedan tener compañerismo con nosotros… [Interesante
declaración]…porque el compañerismo—ciertamente, nuestro compañerismo—…
[Todos juntos ahora]…está con el Padre y con Su propio Hijo, Jesucristo”
(versos 2-3). Ahí es donde está y donde debe estar el verdadero compañerismo,
para que no haya un compañerismo con el espíritu de festejo. Es por eso que
cuando nos reunimos—y es con el Espíritu de Dios—todos podemos tener un
compañerismo maravilloso.
Eso fue evidente para mí, el primer día de la Fiesta
de Tabernáculos. ¡Fue maravilloso! Todos estaban ahí, todo estaba bien y
correcto. ¿Por qué? Porque nos estamos enfocando en Dios ¡y en el propósito
de Dios!
Eso es lo que hizo el apóstol Pablo. Noten como Dios
inspira para que sean escritas cada una de éstas. Aquí está la carta por el
apóstol Pablo: Lo primero es que los apunta directamente a Dios:
·
A Dios el Padre
·
A Jesucristo
·
Al retorno de nuestro Señor
·
Al testimonio de nuestro Cristo
·
Al conocimiento y la afirmación
Todas esas cosas para la Iglesia, ¡para que podamos
tener compañerismo! Noten como Juan escribe lo mismo aquí:
Verso 3: “Eso que hemos visto y hemos oído estamos
reportándoles para que también puedan tener compañerismo con nosotros; porque
el compañerismo—ciertamente, nuestro compañerismo—está con el Padre y con
Su propio Hijo, Jesucristo. Estas cosas también estamos escribiéndoles, para
que su gozo pueda ser completamente lleno. Y este es el mensaje que hemos oído
de Él y estamos declarándoles; que Dios es luz, y no hay en absoluto oscuridad
en Él. Si proclamamos que tenemos compañerismo con Él, pero estamos
caminando en la oscuridad, estamos mintiéndonos a nosotros mismos, y no estamos
practicando la Verdad. Sin embargo, si caminamos en la luz, como Él está en
la luz, entonces tenemos compañerismo unos con otros…” (versos
3-7). Todos nosotros con Dios el Padre y Jesucristo. ¡Eso lo hace maravilloso! Después
de experimentar ese tipo de compañerismo, uno ya no quiere cambiar.
Si estamos teniendo ese compañerismo, estamos siendo
confirmados en Cristo, para que podamos ser irreprensibles. “…y la
sangre de Jesucristo, Su propio Hijo, nos limpia de todo pecado” (verso 7). Así
es como somos confirmados en ello y con la gracia de Dios sobre nosotros, todo
el tiempo. ¡Eso es tan bueno, hermanos! ¡Es maravilloso! No sé si lo puedo
enfatizar lo suficiente.
Pienso que demasiadas veces, vamos arando cada semana
y nos metemos en las cosas que tenemos que hacer cada día, y entonces sale
nuestra naturaleza humana. Me incluyo a mí mismo en eso. Pero Dios
realmente está de nuestro lado, ¡y nos cubre con Su gracia! De eso está
hablando aquí el apóstol Pablo: gracia que le ha sido dada a usted por
Jesucristo, para que podamos ser irreprensibles y podamos estar ante Dios
en esa relación.
Verso 8: “Si decimos que no tenemos pecado, estamos engañándonos
a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros
propios pecados, Él es fiel y justo, para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a Él
un mentiroso, y Su Palabra no está en nosotros” (versos 8-10). Ese compañerismo
de…
I Corintios 1:9: “Dios es fiel, por Quien fueron
llamados a la comunión…” no hacia; el ‘hacia’ lo
trae hasta cierto punto, como decir: Te voy a llevar hacia las afueras de la
ciudad. Pero si digo, ‘Te voy a llevar a la ciudad, no serás dejado en las
afueras de la ciudad.
Si podemos entender esto mismo acerca de
la comunión, somos traídos a esa comunión. “…de su Hijo,
Jesucristo nuestro Señor… [Para mí, eso hace mucha diferencia y tiene mucho más
significado]…Ahora los exhorto, hermanos… [Les ruego fervientemente]…en el
nombre… [Por la autoridad]…de nuestro Señor Jesucristo, a que todos ustedes hablen
lo mismo…” (versos 9-10). No
le toma mucho tiempo entrar en el principio de los problemas, ¿cierto?
“…y que no haya divisiones entre
ustedes…” (verso 10). Si todos hablan una misma cosa, no significa que todos
marchan como soldaditos. Obviamente, Dios
ha permitido diferencias y distintas cosas, pero concerniendo a Cristo, todos
debemos hablar una misma cosa.
“…más bien, que estén tejidos en la
misma mente… [Filipenses 2:5—esté esta mente en ustedes, la cual estaba también
en Cristo Jesús—esa es la mente que debemos tener]…y en el mismo juicio” (verso 11). Había ciertos juicios que tenían
que hacer.
Verso 11: “Porque hermanos míos, me
ha sido declarado concerniente a ustedes, por aquellos de la casa de Cloe, que hay contiendas entre
ustedes.” Todos hemos pasado
por contiendas, ¿no es cierto? ¡Sí!
Lo que reflexiono y veo en esta situación en la que está
el apóstol Pablo, es que casi cada iglesia que él empezaba empezaba en un
fundamento de contienda. Peleas entre los judíos y los gentiles.
Verso 12: “Ahora esto digo, dado que todos entre ustedes
dicen, ‘Yo soy de Pablo’; o, ‘Yo soy de Apolos’; o, ‘Yo soy de
Cefas’; o ‘Yo soy de Cristo.’”
Incluso escuché de una carta escrita por un hombre,
diciendo que deberían seguirlo y dijo, ‘Algunos de estos grupos disidentes han
dejado la Iglesia, y dicen que hay que seguir a Cristo.’ Yo pensé, ‘¡Así
es! Eso es lo que dijo el apóstol Pablo aquí: ¡sigan a Cristo!
I Corintios 11:1—es un resumen de todos sus problemas:
“Sean imitadores de mí, exactamente como yo también soy de Cristo.”
Debemos seguir a Cristo. También puede haber personas con espíritu de
contienda, que digan ‘yo solamente voy a seguir a Cristo,’ cuando Pablo
realmente era el apóstol y ministro que les fue enviado. Algunos dijeron,
‘tienen que seguir a Pablo.’ Después vino Cefo, predicó y algunos dijeron, ‘a mí
me gusta Cefo, lo voy a seguir a él; tengo todas las notas de su sermón, y voy
a vivir por eso.’ Después viene Apolos y él podía hablar elocuentemente, era un
orador maravilloso.
Entonces, Pablo hizo una pregunta, I
Corintios 1:13: “¿Ha sido dividido Cristo?... [¡NO! ¡Cristo no está divido!
Sino que los problemas los tienen las personas]… ¿Fue
Pablo crucificado por ustedes? ¿O fueron ustedes bautizados dentro del nombre
de Pablo? Doy gracias a Dios que yo no bauticé a ninguno de ustedes,
excepto a Crispo y a Gayo. No sea que alguien dijera que bautice nuevos
convertidos dentro de mi propio nombre” (versos 13-15). Tan sólo esa
declaración le dice cuanto chisme había en esa pequeña iglesia.
Él tenía que cuidarse a sí mismo y dijo, ‘no sea que
alguien dijera que los bauticé en mi propio nombre.’ A mí no me hubiera gustado
pastorear la Iglesia en Corinto. Yo he pasado por cada una de estas cosas en mi
experiencia como ministro. Uno se vuelve muy defensivo como lo hizo el apóstol
Pablo. Esa es una declaración muy defensiva, ¿no es así? El decir ‘Me alegra
que yo no bauticé a ninguno de ustedes.’
Verso 16: “Pero también bauticé a la casa de Estéfanas; en cuanto a
otros, no sé si he bautizado a alguien más… [Eso sigue siendo defensivo, ¿no es cierto?]… Porque Cristo
no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio—no con la sabiduría de palabras, no sea que
la cruz de Cristo sea anulada.”
(versos 16-17). Él está predicando a Cristo.
Verso 18: “Porque para aquellos que están muriendo, la
predicación de la cruz es tontería; pero para nosotros que estamos siendo
salvos, es el poder de Dios.” Eso se va a enlazar con el testimonio de Cristo.
Eso es muy cierto, cuando empieza a basar todo lo que tiene en la Palabra de
Dios.
Hay un programa de católicos y ellos no creen que la
Palabra de Dios sea la Palabra de Dios. Sería insensato llamar al
programa, pero hicieron una encuesta y como 5% de las personas leían su Biblia
regularmente, de aquellos que son ‘cristianos.’ Nosotros somos un grupo
inusual, hermanos. ¡Los verdaderos cristianos son inusuales! Y el poner nuestra
fe en una Biblia, en un libro, que todos saben que no es la Palabra de
Dios, es tonto. Así es como lo mira el mundo, como los mormones mojigatos.
Ellos dicen, ‘Nosotros creemos en la Biblia en tanto sea traducida
correctamente. ¿Qué parte no es traducida correctamente? Ellos dicen ¡Nosotros
determinamos eso! ¡Nosotros tenemos sueños y visiones extras!
Hablé con un chico que no es mormón, pero dijo que él
tiene el ‘Segundo Libro de Apocalipsis’ que en realidad son diez libros y son
10,000 páginas. Dice todo acerca de la vida de Cristo. Entonces al final él
dice, ‘Sabes, nosotros también creemos en la Biblia. Pero está un poco desactualizada.’
Entonces terminamos con la misma insensatez, ¿cierto?
Verso 18: “Porque para aquellos que están muriendo, la
predicación de la cruz es tontería; pero para nosotros que estamos siendo
salvos, es el poder de Dios.” Quiero afirmarles algo a todos ustedes, hermanos:
Entre más estudien la Biblia y la analicen internamente, más se prueba a sí
misma y obtiene más del poder de Dios, con el Espíritu de Cristo en su mente.
Estoy seguro que todos han experimentado eso.
Verso 19: “Porque está escrito, ‘Destruiré la
sabiduría del sabio… [Todo lo que tienen que hacer es leer el periódico, para
darse cuenta que eso es lo que Dios está haciendo. Todas estas personas
inteligentes son tan tontas, que creen que venimos de los monos]…y anularé el
entendimiento de aquellos que entienden.’ ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está
el escriba? ¿Dónde está el disputador de esta era? ¿No hizo Dios
tonta la sabiduría de este mundo?” (versos 19-20). {Nota: Romanos 1:17-20—en
sabiduría ‘el sabio’ eligió no conocer a Dios.}
¿No es increíble que, entre más educadas se vuelven
algunas personas, menos creen en Dios? El grupo de personas más difícil de
convertir serían todos los profesores de Stanford, Harvard, o Cambridge. ¿Se
puede imaginar si tuviera que predicarle a un grupo como ese? También les
llamamos ‘cabezas de huevo,’ ¡Están hervidos!
Verso 21: “Puesto que en la sabiduría de
Dios el mundo a través de su propia sabiduría no conoció a Dios… [Ese es
el verso que se conecta con Romanos 1]…le agradó a Dios salvar a aquellos
quienes creen a través de la tontería de la predicación.” Hay un poder
espiritual que sucede ahí.
Verso 22: “Porque los judíos requieren una señal... [O hacen un alboroto para deshacerse
de usted]… y los griegos buscan sabiduría; Pero nosotros proclamamos a Cristo
crucificado… [Eso tiene que ver con el testimonio de Cristo]…para los
judíos es una causa de ofensa, y para los griegos es necedad;
pero para aquellos que son llamados—ambos judíos y griegos—Cristo es el
poder de Dios y la sabiduría de Dios” (versos 22-24).
¿Qué es lo más importante en su vida? Tener el
poder de Dios, a través del Espíritu Santo de Dios, ¡Para estar en esa comunión
con Jesucristo! Eso es más importante que todo el conocimiento, toda la
tecnología y todo lo que hay en el mundo. Si usted no sabe cómo vivir su vida
ante Dios, puede ser la persona más inteligente en el mundo, pero ¡es tonto!
Eso es lo que Pablo está diciendo aquí. Que con la sabiduría de Dios, tenemos
conocimiento y entendimiento. Mientras caminemos hacia la Luz y mientras
estemos bajo la gracia de Dios; hermanos, ¡yo siento esas cosas en mi vida!
Estoy seguro que ustedes también han experimentado eso.
Verso 25: “Porque la insensatez de Dios es más sabia
que el hombre, y la debilidad de Dios… [SI es que Dios tiene algo de
debilidad]…más fuerte que el hombre. Porque ustedes ven su llamado,
hermanos, que no hay muchos que sean sabios de acuerdo a la carne, no
muchos que sean poderosos, no muchos que sean de alta alcurnia entre
ustedes. Antes bien, Dios ha escogido las cosas tontas del mundo, para que
Él pudiera avergonzar a aquellos quienes son sabios; y Dios ha escogido las
cosas débiles del mundo para que Él pudiera avergonzar las cosas fuertes. Y lo
vil del mundo, y lo despreciado ha escogido Dios—incluso las cosas que
son contadas como nada—para que Él pudiera llevar a nada las cosas que son; para
que ninguna carne pudiera gloriarse en Su presencia. Pero ustedes son de Él en
Cristo Jesús, Quien fue hecho sabiduría de Dios para nosotros—incluso justicia,
y santificación, y redención; de modo que, como está escrito, ‘El que se
gloria, gloríese en el Señor’” (versos 25-31).
La próxima vez, vamos a expandir en algunas cosas que
hemos cubierto aquí, para que tengamos toda la fluidez de la historia del capítulo.
¿En qué ha basado su conocimiento toda esta sociedad? ¡Los
griegos! ¿De dónde lo obtuvieron los griegos? ¡De Babilonia! Cuando
Alejandro Magno fue ahí, trajo todo eso y enseñó a los babilonios con las
enseñanzas griegas.
Cuando yo estaba aprendiendo de la Verdad por primera
vez, estaba asistiendo a la Universidad San Mateo. Ya había llenado la
solicitud para ir a la Universidad de San Francisco, que es una institución
católica. No tenía ninguna conexión con los católicos, ni sabía nada de eso.
¡No podía soportarlo! Tenía que estudiar filosofía, y
¿Qué era lo primero que enseñaban? Aristóteles, Sócrates, y que, filosofía
es el explicar la existencia de las cosas sin Dios, de estos filósofos paganos,
y aun así, esa es la base de la iglesia católica. Me sentaba ahí, con el
cerebro revuelto, porque no podía darle sentido a todo eso.
Me molestaba ver el crucifijo en cada clase. La
primera vez que fui al Colegio Ambassador en Pasadena, me dije que no iba a
creer nada hasta que me dieran un tour y me mostraran el salón de clases, lo
primero que hice, fue mirar hacia arriba para ver si había un crucifijo. Si
hubiera habido un crucifijo, ¡Me habría ido al instante!
Paul Kroll, quien me dio el tour, lo recuerda hasta
ahora, porque él dice, ‘No dijiste una palabra, no sonreíste, solamente mirabas
alrededor y meneabas la cabeza. Cuando te mostré el salón de clases, miraste hacia
arriba y lo único que dijiste fue está bien.’ Después sonreí y fui más
abierto.
Tuve que tomar filosofía I en la Universidad de San
Francisco, pero no pude tomarla. Claro que, yo estaba leyendo acerca de no
tener ídolos, estatuas, imágenes, y adivinen lo que tenían en todos lados: ¡Imágenes
y estatuas! Después salió el artículo en La Pura Verdad de
trabajadores religiosos que andan caminando y que les encantan los saludos en
el mercado. Los sacerdotes están ahí afuera en la mañana, leyendo su misal y
dicen sus oraciones mientras van a clase.
Me estaba afectando mucho; me consumía por dentro. Después
tuve que ir a la oficina y había dos monjas y una gran foto supuestamente de
Jesús, con su apariencia irritable, la corona de espinas en Su cabeza, tenía
una gota de sangre bajando y una lágrima cayendo de Su ojo.
Dije, ‘¡Eso es todo! ¡Ya no puedo soportarlo!’ Así
que, ¡me retiré inmediatamente! Están los ‘sabios’; estos ‘grandiosos’ ¡Pero es
insensatez! Su filosofía estaba basada en que ¡no hay Dios! Sin embargo,
ese es el pilar de la iglesia católica. Ahí es cuando me di cuenta de lo que
era en verdad la iglesia católica.
Un poco después de eso, recibí el libro Las Dos
Babilonias. ¡Eso lo confirmó!
Escrituras citadas:
1)
Hechos 9:10-16
2)
Hechos 16:1, 8-40
3)
Hechos 17:1-11, 22-34
4)
Hechos 18:1-13
5)
Juan 4:19-24
6)
Hechos 18:14-28
7)
I Corintios 1:7
8)
I Corintios 15:50-52
9)
I Corintios 1:6-9
10)
I Juan 1:1-10
11)
I Corintios 1:9-12
12)
I Corintios 11:1
13)
I Corintios 1:13-31
Escrituras mencionadas, no citadas:
·
I Tesalonicenses 4
·
Filipenses 2:5
·
Romanos 1:17-20
También mencionados: Libro:
Las Dos Babilonias por Alexander Hislop